La Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar) ha emitido un comunicado, reaccionando a las informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación sobre el cierre de una farmacia en el municipio de Villanueva de Alcorcón (Guadalajara), en el que señala que éste "no ha sido, no es y no será un caso puntual", si no que, apuntan, "viene siendo habitual en todo el territorio nacional". A juicio de Sefar, esto refleja "la ineficacia de las escasas medidas de sostenibilidad aplicadas hasta la fecha". Eso hace, según ellos, que el futuro de la farmacia rural en España sea "dudoso, si no existe un cambio en el modelo retributivo".
A este respecto, aseguran haber realizado diferentes estudios sobre la viabilidad de la farmacia rural y propuesto
diferentes soluciones, que, lamentablemente, dicen, "no han sido tenidas en cuenta por las diferentes Administraciones". "La farmacia rural en España no recibe ayudas ni subvenciones como se puede desprender de recientes declaraciones por parte de algún cargo de la Administración. Lo que sí existe es un índice corrector del
margen (que se aplica a las llamadas farmacias VEC) absolutamente testimonial, cuya existencia
demuestra el carácter esencial de este tipo de farmacias", señalan.
Sobre los ingresos que recibe actualmente una farmacia rural media, Sefar asegura que éstos "son menores que el sueldo base según convenio para los farmacéuticos adjuntos, con una base mínima de cotización de autónomos". A este hecho habría que sumar, señalan, "la sobrecarga de servicios de urgencia no remunerados (en el caso al que nos referimos, concretamente, de seis meses al año en turnos de 24 horas) lo que imposibilita una mínima conciliación de la vida familiar y profesional del titular".
En este sentido, recuerdan que "la farmacia rural garantiza, con su presencia, la equidad y universalidad en el acceso a la prestación farmacéutica" e indican que "el farmacéutico rural es el único profesional sanitario presente en los pueblos durante toda la jornada", lo que lo convierte a estas farmacias "en auténticos centros socio-sanitarios cuya labor abarca mucho más que la mera dispensación de medicamentos".
Por todo ello, Sefar solicita a todas las administraciones "que se sensibilicen ante este problema y adopten las
medidas necesarias para evitar futuros cierres", ya que consideran que "que es su responsabilidad garantizar
la prestación farmacéutica a toda la población independientemente de su lugar de residencia".