José María Eiros, catedrático de Microbiología de la Universidad de Valladolid y jefe de Microbiología del Hospital Universitario Río Hortega, ha abierto el XI Congreso Farmacéutico de Castilla y León con una ponencia centrada en los retos que plantea el virus de la gripe y las posibles estrategias para hacerle frente y, en su opinión, esa estrategia pasa por promocionar la vacunación y aprovechar el potencial de los farmacéuticos como agentes de salud.
En primer lugar, ha opinado que sería muy recomendable "incorporar a los farmacéuticos a la cultura del diagnóstico", lo cual, a su juicio, podría contribuir a "minimizar la prescripción de antibióticos". "Un farmacéutico bien formado puede hacer una labor innegable. Sin inmiscuirse en cuestiones como el reconocimiento de un paciente, bien formado puede disponer de un conocimiento suficiente para distinguir entre la gripe y otros virus, por los síntomas que produce en el paciente", ha añadido, destacando el valor de estas intervenciones en comunidades como Castilla y León, "una comunidad con carencias en la atención médica a población anciana y mayor".
Para poder potenciar esa labor, no obstante, habría que "protocolizar" bien las actuaciones, de modo que se garantice esa labor "complementaria", es decir, no intrusiva. Asimismo, ha recomendado la realización de "estudios de evaluación económica para probar que estas intervenciones son eficientes".
Eiros también ha destacado la aportación que se podría hacer desde la oficina de farmacia para mejorar la cobertura vacunal en mayores de 65 años, tras el retroceso de 10 puntos que se habría producido en la última década. A este respecto, ha asegurado que existe actualmente "una postura de relajación y frivolidad que nos debería preocupar", y ha llamado a los farmacéuticos a ver cómo se convierten en "agentes proactivos de salud".