¿Qué es la espondilitis anquilosante?

La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral y a las articulaciones sacroilíacas, las cuáles tienen a soldarse entre sí, provocando una limitación en la movilidad. De hecho, el término anquilosante de la enfermedad proviene del griego ‘ankylos’ que significa soldadura o fusión.

La enfermedad se caracteriza por la aparición de dolor de tipo inflamatorio que provoca el despertar en mitad de la noche y que en ocasiones obliga al paciente a levantarse. Igualmente, la espondilitis anquilosante se caracteriza por la presencia de una rigidez matutina, debida a la propia inflamación de la columna y que limita la movilidad durante al menos 30 minutos al despertarse.

En fases activas esta rigidez puede llegar a durar horas, lo cual va a condicionar una importante disminución de la función física. Se desconoce aún su causa aunque parece que, los genes pueden jugar un papel en su aparición ya que suele ser hereditaria.

El inicio de la enfermedad suele empezar justo después de la adolescencia o al inicio de la vida adulta. De hecho, comienza con mayor frecuencia entre los 20 y los 40 años de edad. La primera manifestación de la espondilitis anquilosante suele ser la aparición frecuente de lumbalgia o dolor en la parte baja de la espalda, que va empeorando a medida que avanza en la enfermedad.

Las personas con espondilitis suelen experimentar síntomas como dolor de espalda, rigidez, dolor en las articulaciones e hinchazón en rodillas y tobillos. También es normal sentirse fatigado o tener los ojos enrojecidos. Otro síntoma que puede producirse es experimentar dificultades al respirar profundamente debido a que el tórax no puede expandirse completamente.

Con el tiempo, la espondilitis anquilosante puede fusionar las vértebras y limitar los movimientos siendo una pérdida de movilidad uno de los principales miedos que tienen los pacientes. Según el atlas de la espondiloartritis axial en España: radiografía de la enfermedad, lo que más preocupa al paciente son los aspectos relacionados con los daños estructurales y la degeneración física en un 58%, la evolución de la enfermedad en un 30% y las limitaciones para realizar actividades de la vida diaria en un 28%.

Es importante resaltar que, tanto el desconocimiento, como la confusión de esta enfermedad con la lumbalgia, puede retrasar significativamente su diagnóstico. Un estudio realizado en 2017 situaba este retraso en más de seis años en el 75% de los pacientes.

Por ello, incidir en el conocimiento de esta enfermedad y en una detección temprana, puede ayudar a reducir los síntomas de discapacidad de los pacientes con espondilitis anquilosante y, por tanto, a mejorar de forma considerable su calidad de vida.

Para más información puedes consultar en la página web espondilitisconfuturo.org.

Y recuerda, acude al especialista y consulta siempre a tu farmacéutico de confianza. Él te informará sobre esta cuestión o cualquier otra duda que tengas.