La participación conjunta de profesionales farmacéuticos expertos en dermofarmacia y dermatólogos, psicólogos y médicos han conseguido que la V jornada de Dermofarmacia organizada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) junto con la Vocalía Nacional de Dermofarmacia, se consolide como un referente para aquellos profesionales que deseen formarse y avanzar en esta especialidad.
El elenco de profesionales que se han dado cita en este encuentro han analizado y repasado en sus intervenciones los temas más actuales en dermofarmacia, un sector que continúa en auge.
Una de las presentaciones más relevantes fue llevada a cabo por Gema Herrerías, vocal de dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Sevilla, experta y referente para los profesionales. Bajo el título ‘la cosmética que sí funciona’ Herrerías hizo hincapié en el hecho de que, en este sector, la legislación europea es muy rigurosa. Por ese motivo, recalcó que “si un cosmético no es seguro, no saldrá al mercado”. Por lo tanto, quiso trasladar a los asistentes la idea de que “la cosmética es segura”.
Valorar el producto, conocer sus ingredientes y las necesidades de la piel
Además de las claves legales, Herrerías destacó los aspectos más relevantes en relación con este tipo de productos. Tal y como dijo, la toxicidad “no depende de los ingredientes sino de su concentración”, por eso, indicó que tenerlo en cuenta es muy importante. Por otro lado, la experta analizó las fuentes a las que debe recurrir los profesionales, ya que es fundamental recomendar a los usuarios “productos seguros, eficaces y permitidos”.
La farmacéutica también quiso dejar claro que aunque “la seguridad y calidad están aseguradas”, eso no dice nada en relación con la eficacia, Herrerías explicó que el que un tratamiento funcione depende de múltiples variables que se tienen que tener en cuenta a la hora de recomendar un cosmético. Para esta experta es fundamental, además de tener en cuenta las necesidades de la piel, “las circunstancias de cada persona que pueden variar a lo largo del tiempo”. Por este motivo, es fundamental “establecer un protocolo de actuación”, aseguró.
Herrerías insistió en su intervención en que “a la piel hay que darle lo que necesita, y en el Siglo XXI el objetivo es el mantenimiento de la salud de la piel”. Para lograrlo, los profesionales se tienen que apoyar en la cosmética que sí funciona. Por todo ello, aseguró que “la cosmética debe entenderse al servicio de la salud”.
A preguntas del público, la experta recalcó que “llevamos bastante tiempo informando”, y aunque no todos tienen que ser expertos, al menos un profesional de cada farmacia tiene que serlo. Según ella, hay que buscar “lo que necesita la persona, con independencia de la marca, con independencia de que sea natural o no”, matizó.
Oncología, exposoma y probióticos
Asimismo, la jornada abordó la dermofarmacia en el paciente oncológico y el abordaje integral desde la oficina de farmacia y para ello contó con Virginia Barrau, vocal de dermofarmacia del COF de Zaragoza y Carmen Yélamos, psicóloga clínica y responsable de psicooncología de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Los asistentes han podido conocer, de la mano de dos expertas, la forma de abordar los cuidados dermatológicos que se deben realizar con los pacientes oncológicos, así como afrontar psicológicamente esta patología desde la oficina de farmacia (acceder a información ampliada).
En la jornada también hubo espacio para profundizar en cuestiones mucho más concretas y específicas de ámbitos especializados. En este sentido se contó con la intervención de Ana Molina, médico especialista en dermatología, tricología y estética, quien abordó en su ponencia titulada ‘cómo afecta el exposoma a nuestra piel’, ha servido a los asistentes para profundizar y ampliar sus conocimientos acerca de los últimos estudios sobre la influencia de factores externos en el envejecimiento de la piel. Otra presentación relevante fue la de José Enrique Campillo, catedrático de Fisiología de la Universidad de Extremadura, que hizo una ponencia denominada “probióticos y dermatitis atópica’, ¿están de moda o han venido para quedarse?”.
A este respecto, Campillo señaló que los prebióticos y probióticos se usan en dermatología porque los estudios avalan sus efectos beneficiosos para la piel. Según dijo, pueden ser de gran utilidad para la prevención de algunas afecciones dermatológicas, desde el acné a la dermatitis atópica. En concreto, en la dermatitis atópica, numerosos estudios recientes han comprobado la eficacia y seguridad de los mismos en la prevención y tratamiento, tanto en niños como en adultos, indicó.
Campillo expuso la razones y argumentos para utilizar estos productos para la dermatitis atópica, debido a que hoy en día se detecta y comienza en edades prematuras, niños entre dos y seis meses. Por ello, es necesario el esfuerzo para encontrar otras medidas que palien el problema, sin provocar en estos menores el agobio de medidas farmacológicas más drásticas. Aquí es donde tienen cabida los probióticos, apuntó Campillo.
Además, el experto, más allá de la conveniencia de la utilización de los probióticos, analizó diversos estudios que sirvieron para profundizar en la evolución de la dermatitis atópica y las causas. En este sentido, el experto destacó que existe un auge enorme debido a la forma de vida y la propia alimentación actual.
Por último, destacó que los datos epidemiológicos y la ‘hipótesis higiénica’, que sugiere un impacto negativo por el exceso de limpieza de la piel que reduce el contacto con diferentes microorganismos y patógenos, indican que no vamos a tener más remedio que restaurar artificialmente nuestro bioma con la administración de las bacterias que las condiciones de estilo de vida y de alimentación de “nuestras sociedades desarrolladas y opulentas no van a poder proporcionarnos”.
‘Todo vale, mientras no contemos mentiras’
En la jornada de tarde se contó con la intervención de Marian García, doctora en farmacia y nutricionista, más conocida como Boticaria García, y Paloma Borregón, doctora en medicina y especialista en dermatología estética. Ambas ponentes, bajo el título ‘vamos a contar mentiras, desmontando mitos’ explicaron a los asistentes de una forma amena, pero sin perder en ningún momento la rigurosidad científica que merecen los temas de salud, los diferentes mitos sobre esta temática que aparecen en las redes.
Durante la sesión ambas participantes contaron con la colaboración, mediante la transmisión de vídeos, de diferentes expertos dermatólogos que fueron desmontando uno a uno, numerosos mitos que circulan en el ámbito de la dermatología. Mitos como que ‘la piel respira’, ‘la vitamina c mancha’, ‘el poro se cierra’, ‘con la piel grasa no debo ponerme cremas’, entre otros.
Ante estas afirmaciones, las ponentes destacaron la importancia del papel del profesional farmacéutico para desmontar o contribuir a que desaparezcan. En este sentido señalaron que comunicar es bueno, pero se debe lograr que a la gente le llegue el mensaje y siempre merece la pena intentarlo. De cara a conseguirlo, según García “todo vale, mientras no contemos mentiras”.
Para finalizar la jornada, Cristina Mitre, periodista de belleza y salud y autora del blog The Beauty Mail impartió la conferencia de clausura ‘Storytelling, cómo contar buenas historias para conectar’. Esta periodista quiso transmitir a los asistentes que existen numerosas herramientas para hacer posible la comunicación con los pacientes y usuarios. De este modo, la única barrera es la que se plantea el propio profesional. Por ello, transmitió que en comunicación es importante querer para poder.
