“Tenemos nuevos casos, tenemos un repunte. No es grande, pero es claro”, así ha explicado la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, la situación epidemiológica que vive en su región y que ha motivado que no se haya solicitado el paso a la fase I de desconfinamiento a toda la comunidad autónoma.
Casado ha explicado que, aunque se necesitan de 7 a 10 días para empezar a detectar los nuevos casos, han pasado ya 10 días del momento en que se permitió salir a los niños y eso podría explicar el incremento. Por ese motivo, ha reclamado tener “cuidado” ya que todo lo que se haga “va a tener consecuencias”. Estas consecuencias, según la consejera, “serán menores si hacemos bien las cosas, si tenemos distancia social, si tenemos higiene de manos”.
La máxima responsable de Sanidad de la región ha criticado también que el Gobierno no haya definido umbrales, criterios de mínimos o máximos para guiar la desescalada, algo que “nos está produciendo una gran variabilidad en cuanto a los criterios para pasar a fase I” en las distintas comunidades autónomas. Según ha asegurado, “es algo que lamentamos y que hemos comunicado de manera reiterada al Ministerio”. Casado ha explicado que no entiende que “no haya una herramienta única y uniforme, aunque haya más criterios que valorar pero que haya una misma forma de medir los criterios epidemiológicos en todas las zonas”.
A este respecto, ha asegurado que la situación epidemiológica de su región “no es ni mucho menos peor que la de otras comunidades autónomas en cuanto a casos declarados, profesionales contagiados, ingresos o tasas de letalidad, pero creemos que el rigor técnico y sanitario debe regir el proceso”.
A preguntas de los periodistas sobre si los ciudadanos de Castilla y León iban a entender que la región fuera por detrás del resto en desconfinamientos, el vicepresidente regional Francisco Igea ha señalado que su guía es reducir el número de muertes y que si las medidas que toman no son entendidas por la ciudadanía pero permiten “salvar la vida a 1.000-1.500 personas, perderemos las elecciones con mucho gusto”.
Casado también ha recordado las últimas palabras del director general de la OMS, Tedros Adhanom, en relación con los desconfinamientos y que “riesgo muy real de volver al confinamiento si no se gestiona muy bien”. La consejera ha recalcado la necesidad de la vigilancia de los nuevos casos y que los sistemas estén preparados para “poder detectar, aislar, probar tratar y rastrear todos los contactos de un caso confirmado. Estos principios de la OMS son nuestros principios en Castilla y León”.
“Debemos a todos los fallecidos que esto no vuelva a pasar”, ha explicado Casado, que ha querido dejar claro que, aunque los fallecidos por el covid-19 no hayan tenido “la trascendencia de otros fallecidos porque no hay fotos de los sepelios, de la situación de los hospitales, de las UV”, para ella está claro es que “es una realidad que nos obliga a todos a una premisa fundamental: la prudencia”. Por ese motivo, y dado que sigue habiendo transmisión comunitaria, ha considerado que “no podemos relajar nuestras medidas de prevención y protección”.
