La jornada ‘Abastecimiento y producción Made in Spain: Desafíos 2021’,organizada por Farmasierra, pone en valor el esfuerzo de la industria por mantener el suministro de medicamentos durante la pandemia mundial de Covid-19 y destacar la producción española de medicamentos, por su proximidad y calidad en la fabricación.
La situación excepcional y sin precedentes provocada por la pandemia ha supuesto un reto para la industria farmacéutica en varios niveles. En primer lugar, para garantizar el correcto suministro de medicamentos de forma que los pacientes pudieran seguir accediendo a sus tratamientos. Para ello hizo falta una estrecha coordinación entre los organismos regulatorios y la industria.
Tal y como ha apuntado Emili Esteve, director del Departamento Técnico de Farmaindustria, “uno de los mayores retos para que no se cayera el sistema era evitar las rupturas de stock. Por eso, se limitaron las dispensaciones farmacéuticas y ambulatorias para evitar la hiperdispensación”.
Esteve ha destacado igualmente la flexibilidad de los organismos reguladores para aceptar cambios técnicos en las presentaciones de manera que, en plena crisis de suministro de otros productos como respiradores y materiales de protección, el sistema de suministro de medicamentos se mantuvo de manera satisfactoria.
Esta continuidad del flujo de fabricación también ha requerido que se hayan extremado las medidas de seguridad, ya de por sí estrictas, en las plantas de producción mediante planes de contingencia para evitar contactos entre los empleados y establecer seguimientos diarios de todo el personal. Según Carmen Sánchez, gerente de Farmasierra Manufacturing, “todas las empresas colaboradoras con la industria y todos los empleados se han volcado con la situación, lo que ha facilitado enormemente la implementación de estos planes”.
Además de este reto, Sánchez ha apuntado también al desafío global relacionado con la compra de materias primas y las exportaciones. “Durante la primera ola, en algunos países se prohibió la exportación de los principios activos más demandados y se produjeron cierres temporales de algunos suministradores de materiales por focos de COVID-19. También se produjo la escasez de algunos componentes debido a que su demanda creció en mayor proporción que la oferta”, señala Carmen Sánchez. En este sentido, ha apuntado que los laboratorios tuvieron que lanzarse a la carrera de buscar proveedores alternativos y optimizar su gestión para suplir esas carencias.
Para hacer frente a la situación, Tomás Olleros, presidente del Grupo Farmasierra, ha señalado la importancia de apoyar la fabricación nacional para compensar la deslocalización de la producción a otros mercados. “La producción española de medicamentos aporta muchas garantías, sobre todo en cuanto a la calidad en la fabricación. En Farmasierra contamos con la tecnología más puntera y las certificaciones más elevadas como aval de nuestros estándares de fabricación”, ha señalado Olleros.
Además de esto Olleros ha querido destacar el importante papel de la industria farmacéutica a la hora de generar empleo cualificado. “En un momento crucial, cuando la prioridad era la de abastecer el mercado, se produjo un incremento del empleo en cerca de un 2% y se redujo la temporalidad en 5 décimas, lo que significa un mayor número de contratos indefinidos”, ha añadido.
“Con la jornada de hoy queríamos levantar la voz desde la industria, no para decir lo que hemos hecho, sino para reivindicar lo que queremos seguir haciendo: contribuir”, ha concluido.