“Hay que hablar sobre el suicidio” y “el suicidio se puede prevenir” son dos de las conclusiones principales extraídas de la mesa redonda organizada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra, con el título ‘Suicidio: miradas al problema, perspectivas para la solución’. Un acto impulsado con motivo de la celebración hoy del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Para ello, el Colegio ha contado con la participación del director técnico de la Asociación Internacional Teléfono de la Esperanza (ASITES) Navarra, Alfonso Echávarri, quien ha respondido a la cuestión ‘¿De verdad se puede prevenir el suicidio?’; el integrante de la Asociación Besarkada – Abrazo, Francisco Carcavilla, quien ha hablado sobre la vida tras el suicidio de un ser querido y, por último, la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Marta Galipienzo, quien ha analizado el papel de la farmacia en esta problemática. En la última parte de la sesión también ha participado la presidenta de la Asociación Besarkada-Abrazo, Elena Aisa.
El acto ha arrancado exponiendo las cifras actuales sobre suicidio por parte de la moderadora de la sesión, Arantza Viamonte, integrante del Centro de Información de Medicamentos del COFNA. “Es un grave problema de salud pública. Cada día se suicidan 10 personas. Las muertes por suicidio están a la cabeza de las muertes por causa externa y duplican las muertes por accidente de tráfico. En los últimos 19 años las muertes por accidentes de tráfico se han reducido en un 70%, sin embargo, las muertes por suicidio en ese tiempo se mantienen, con una tasa de variación de un 0,01%. ¿Por qué? Porque no hay políticas de prevención, porque es un tema del que no se habla”, ha expresado.
Por su parte, Alfonso Echávarri ha afirmado que “muchas muertes por suicidio se pueden prevenir”. Y ha insistido en que hay que combatir los tabús y la estigmatización de las personas y ofrecerles una “ayuda adecuada”. Para ello es preciso, en primer lugar, “detectar señales”. Y ha hecho referencia a algunas señales de alarma, como pueden ser comentarios negativos sobre la propia persona, su futuro o el mundo. “Ese discurso indica que algo no va bien; debemos estar atentos”. Después, hay que hablar, hablar de forma adecuada. “Si no se habla de ello, todo ese sufrimiento extremo se queda escondido”. “El ‘efecto llamada’ por hablar del suicidio es un mito… todo depende de cómo hablamos”, ha remarcado. Y ha insistido en que “hay que aprender a prestar ayuda”. “No hace falta ser psicólogo o psiquiatra, es suficiente con adquirir una serie de conocimientos específicos y ofrecérselos a las personas en situación crítica”, ha aclarado.
Francisco Carcavilla ha apuntado que el suicidio “puede pasarle a cualquier persona”. Ha expresado que ante el suicidio de un ser querido “el dolor se agrava porque no encuentras respuestas y porque aparece la culpabilidad…”. Pero ha remarcado que “no hay culpables; es algo multicausal”. Ahora bien, ha afirmado que “toda la sociedad tiene parte de responsabilidad por ocultar el tema”. Y ha insistido también en la importancia de “hablar y ofrecer a la persona en riesgo un punto de anclaje”.
Por último, Marta Galipienzo ha manifestado que el objetivo que se marcan las farmacias navarras es convertirse en “aliadas en la prevención del suicidio y compañeras en el duelo”. Un duelo que, ha aclarado, es “diferente”. Ha asegurado que esta labor está en la esencia de la farmacia, que es “social y asistencial”. “Los farmacéuticos pueden desempeñar un papel fundamental en este sentido porque son profesionales sanitarios muy cercanos al ciudadano -a todo tipo de perfiles- y tienen experiencia en la escucha”. Por eso, ha anunciado que van a formarse específicamente para el abordaje del suicidio de la mano del Teléfono de la Esperanza y a “contribuir en la disminución del riesgo en el acceso a fármacos de personas que pudieran tener intenciones suicidas, así como sensibilizar a la sociedad”. Y ha anunciado que, además, el COFNA llevará a cabo una campaña para la prevención del suicidio dirigida a la población.