El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez, puso ayer en valor la actividad y los servicios farmacéuticos que la red de 2.910 oficinas de farmacia presta a la sanidad madrileña y a los ciudadanos en la Comunidad de Madrid.
Durante su intervención en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, Luis González defendió una nueva regulación del sector que desarrolle una farmacia cada vez más asistencial y centrada en las necesidades del paciente: “La ley de farmacia, hoy en trámite como nuevo anteproyecto de Ordenación y Atención farmacéutica, es necesaria para una farmacia que precisa de nuevas funciones, servicios, secciones y actividades que la población hoy demanda”.
Luis González considera, por ello, “fundamental” que el futuro texto contemple la libre elección de farmacia por parte del paciente/ciudadano, y que esta elección se haga extensiva a los centros sociosanitarios.
Otro de los puntos que deben reforzarse, en su opinión, es la planificación de aperturas de oficinas de farmacia, con el fin de ajustarla a la planificación sanitaria de la Comunidad de Madrid, así como la revisión del módulo de habitantes.
Igualmente, incidió en la necesidad de que la nueva regulación promueva la relación de colaboración entre la farmacia comunitaria y los centros de salud, así como que determine funciones y actividades que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. En este sentido, cree “de gran utilidad para los ciudadanos, por la accesibilidad a su farmacia, marcar la tendencia hacia una farmacia asistencial que colabore en planes de cribados y de prevención de la salud”.
La intervención del farmacéutico puede, por ejemplo, mejorar la adherencia a los tratamientos con una atención farmacéutica domiciliaria a pacientes con vulnerabilidad física o psíquica. “Esto obviamente, para que no se transforme en un delivery, debe fijarse la zona básica de salud como determinación geográfica”, según precisó.
Por otra parte, abogó por abrir los sistemas personalizados de dosificación a terceros, con el fin de acercar al paciente la dispensación, y flexibilizar el horario de las farmacias a partir de un horario mínimo y ordinario, entre otros cambios que deben reforzar la futura normativa.
En su opinión, “es necesaria una ley que regule los centros y establecimientos sanitarios, las nuevas funciones y servicios, la eliminación de trabas burocráticas innecesarias, la mejora en los procesos de cooperación multidisciplinar y, sobre todo, abrir la comunicación y colaboración entre farmacéutico y médico de primaria”.
Además del seguimiento farmacoterapéutico, la adherencia, la prevención y promoción de la salud o la farmacovigilancia que prestan los farmacéuticos de oficina de farmacia, recordó que otros servicios han irrumpido durante la pandemia como la atención farmacéutica domiciliaria, que “ha sido muy bien acogida por los ciudadanos de nuestra Comunidad de Madrid y es una de las actividades reconocidas que ha venido a quedarse entre nosotros por demanda de la población”.
Los 23 años transcurridos desde que la Ley 19/1998, de Ordenación y Atención farmacéutica de la Comunidad de Madrid estableciese las funciones y servicios de las farmacias, así como la demanda social de nuevas prestaciones que se ha visto a lo largo de la pandemia obligan, a juicio del presidente, “a adaptar la legislación vigente para responder a los retos de una sociedad y una farmacia del siglo XXI”.
El presidente emplazó a partidos y Gobierno a optimizar todos los recursos sanitarios disponibles en beneficio de la salud de la población y reiteró la disposición a colaborar de los farmacéuticos con el resto de profesionales sanitarios en un entorno “donde todos caben y donde todos los profesionales deben respetarse para lograr los beneficios que todos buscamos para la sociedad”.
Por último, en relación con la colaboración de la farmacia en la estrategia de detección del coronavirus a través de la entrega gratuita de test de autodiagnóstico a partir del 15 de diciembre, se mostró confiado en que el Gobierno de la Comunidad de Madrid acepte el ofrecimiento del Colegio para que las farmacias certifiquen las pruebas positivas obtenidas y notifiquen los resultados a los centros de salud, tal y como se está haciendo en algunas comunidades autónomas. “Son cribados muy importantes que pueden facilitar datos a Salud Pública”, señaló.
Nicolas Gonzalez Casares: