La espondiloartritis es una patología que afecta a un grupo de población joven, con una media de edad sobre los 26 años y que tiene elevadas consecuencias negativas en la calidad de vida de estos pacientes. El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau está desarrollando un proyecto para estandarización de los pacientes que padecen esta patología, dentro de la iniciativa ‘Promueve’ para la mejora del proceso de seguimiento en la práctica clínica habitual.
El trabajo, elaborado mediante una metodología Lean, ya ha superado la fase inicial de rediseño de la ruta asistencial, y ahora plantea para septiembre nuevas fases como el inicio de un piloto con pacientes, en que se aplicarán soluciones de e-Health para la telemonitorización multidisciplinar de estos pacientes y que se enriquecerán con inteligencia artificial.
Fundamentalmente, el proyecto persigue varios objetivos. En primer lugar, analizar y consensuar con el equipo de trabajo multidisciplinar involucrado en la atención de estos pacientes la ruta asistencial, definir los criterios clínicos, índices de actividad, PROMs y PREMs, cómo proceder en cada una de las visitas sucesivas de seguimiento y qué actitud tomar en función del resultado. Igualmente aborda la digitalización como elemento clave para asegurar la integración estructurada del consenso en HCE y su posterior extracción y evaluación de resultados con el fin de dar soporte a la toma de decisiones para, finalmente, aportar la máxima calidad al paciente.
Mar Gomis, farmacéutica de hospital, y directora de Impulso Digital y del Centro de Validación Clínica de Soluciones Digitales del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, uno de los centros que participa en 'Promueve', explica que el objetivo fue el de conseguir un consenso con todo el equipo clínico para definir el proceso y los criterios claros de seguimiento del paciente.
“Lo importante es aportar valor al paciente y al hospital”, añade Gomis, quien indica que el origen del proyecto nació en Reumatología, a través de los reumatólogos Luís Sainz y David Lobo, y que para su desarrollo ha contado con la colaboración de psicología, farmacia, enfermería, rehabilitación, dietética y nutrición, así como personal de administración. “Es un proyecto que nace en Reumatología y su objetivo es rediseñar la ruta asistencial de estos pacientes, a través de proyectos de valued-based healthcare, como los que solemos hacer en San Pau, dirigidos a una atención individualizada y holística, que combina programas de ejercicio físico, con promoción de hábitos saludables, incluso abordajes de comorbilidades, de educación, de empoderamiento de estos pacientes”, explica.
“Pensamos que con este programa de intervención integral y con el soporte de la tecnología podíamos transformar la ruta asistencial de los pacientes con espondiloartritis”. “En este tipo de proyectos empezamos analizando cómo optimizar la forma de asistir a los pacientes, e introducir la tecnología como soporte a la nueva ruta asistencial. La tecnología debe ser la herramienta para la transformación para ayudar a llevar a cabo este programa”, explica la farmacéutica.
Varias fases de desarrollo
El proyecto, que ha sido apoyado por Novartis, tiene varias fases, la primera fue un rediseño del modelo de seguimiento actual de los pacientes, incorporando este modelo estandarizado con el soporte de la e-Health, de forma consistente. “Esto lo hemos terminado y actualmente se está escribiendo el artículo científico con las conclusiones que sacamos. La fase dos, también culminada, ha consistido en la validación de los requerimientos tecnológicos, para realmente integrar este proceso de seguimiento estandarizado obtenido en la fase uno”, explica Gomis.
Actualmente “estamos en la fase de diseño, desarrollo e integración de todos los materiales de soporte digital necesarios y el desarrollo de la adaptación de la aplicación móvil para pacientes y web para profesionales”. Para ello es imprescindible la plataforma tecnológica, “que ya la teníamos adaptada a otras patologías” (en el hospital hay 23 proyectos de este tipo) y la adaptación al proyecto concreto, “que es lo que estamos ahora terminando de cuadrar”.
El fin del desarrollo tecnológico de culminar y a continuación, “empezaremos un estudio piloto de salud digital con unos 100 pacientes, que se incluirán en un estudio aleatorizado para generar evidencia de que esta tecnología tiene el impacto que esperamos. Calculamos que en septiembre podamos empezar el piloto clínico”.
El objetivo es que “cada profesional aporte valor al resto del equipo y en cada situación”, indica la farmacéutica. “Cada hospital es diferente y cada equipo multidisciplinar también. En el hospital explica Gomis “hemos encontrado ese balance de valor teniendo en cuenta todos los roles de profesionales, para que no se repitan o solapen las tareas asistenciales y que el pathway del paciente sea fluido, que al paciente le sea muy fácil y esta es la clave”.
Aportando valor
“La visión que tengo es que el farmacéutico hospitalario en los equipos asistenciales es un elemento de valor. En esta tarea las tecnologías nos apoyan enormemente, porque podemos mejorar la trazabilidad del fármaco, la adherencia, manejo de interacciones y efectos secundarios, así como facilitar y la comunicación con el paciente y sus familias”.
En total, tres farmacéuticos de paciente externo están involucrados en esta ruta: Pau Riera, Montse Masip y Neus Pagés. Además, está Ana de Dios, farmacéutica y coordinadora del proyecto, y la propia Gomis, responsable de estos proyectos de salud digital en el hospital.
Estos proyectos facilitan y refuerzan la integración del farmacéutico. “Al coordinar desde el inicio los proyectos de salud digital te das cuenta de las necesidades reales como surge la necesidad de contar con el servicio de farmacia. Raro es el proyecto donde el farmacéutico hospitalario no tenga un papel, más pequeño o más grande que aporte de valor”.
Nicolas Gonzalez Casares: