Terapéutica

España sigue lejos de las recomendaciones técnicas en unidades de cuidados paliativos

La Sociedad Española de Medicina Interna arranca su 44 Congreso Nacional recordando la necesidad de aportar un cuidado integral a los pacientes ingresados en estos dispositivos

En 2023, más de 183.000 personas necesitarán en España cuidados paliativos para evitar un fallecimiento con dolor físico o sufrimiento emocional. De ellas, el 62% se estima que serán pacientes de cáncer. Nuestro país solamente tiene, de media, 0,6 unidades de cuidados paliativos por cada 100.000 habitantes, siendo la recomendación de 2, una hospitalaria y otra domiciliaria. Un dato que ubica a nuestro país en la posición 31 de los 51 países europeos, según los datos del Atlas of Palliative Care in Europe.

Esta cuestión, así como el abordaje de cómo debe ser la atención paliativa que deben recibir los pacientes se reflexionará en la mesa redonda ‘Tratamientos al final de la vida. ¿Cómo? ¿Hasta cuándo?’, organizada en el marco del 44º Congreso Nacional de Medicina Interna de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI)- 15º Congreso de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana (SMICV), que comienza mañana en Valencia y que reunirá a más de 2.800 médicos internistas de todo el país.

 En dicha mesa participan, como moderadoras, Gema Flox, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cuidados Paliativos de la SEMI y miembro de la Unidad de Cuidados Paliativos del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés, y Pilar Román, jefa de Servicio de Medicina Interna en el Hospital de Requena; y como ponentes, Miguel Fombuena, responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos y Jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Dr. Moliner de Serra (Valencia), Ferrán Nonell, presidente de Sociedad Catalanobalear de Medicina Interna (SCBMI), y Fernando Gamboa, del Servicio Medicina Interna del Hospital de Valme (Sevilla).

Flox asegura que cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias, neurológicas y hepáticas-renales “son las patologías que ocasionan más necesidad de cuidados paliativos o de tratamientos en personas en situación de final de vida”. El porcentaje de pacientes que ingresan en situación de final de vida en un servicio de Medicina Interna puede variar ampliamente según la población atendida, la ubicación geográfica y las políticas de atención médica. En algunos hospitales, este porcentaje puede ser significativo, especialmente en pacientes con enfermedades crónicas avanzadas, cáncer en etapas avanzadas o enfermedades terminales. Se puede establecer, según distintos estudios, que puede ser de aproximadamente un 10%. Según los datos provisionales del año 2022, proporcionados por el INE, las enfermedades cardiovasculares constituyen la causa más común de muerte en España, con 26% de todas las muertes. El cáncer representa el 24,8% y las causas respiratorias el 9,3%.

La planificación anticipada de los cuidados es fundamental. En palabras de Flox “permite a los pacientes en situación de final de vida expresar sus deseos y preferencias en cuanto a su atención médica y cuidados futuros. Esto garantiza que sus valores y metas sean respetados, alivia la carga de decisiones a las familias y evita tratamientos inapropiados. Además, promueve una comunicación abierta entre pacientes, familias y profesionales de la salud, contribuyendo a una atención más centrada en el paciente y en sus necesidades individuales”.

¿Cómo debe ser la nutrición e hidratación al final de la vida?

La nutrición e hidratación al final de la vida deben “ser personalizadas y centradas en el paciente”. Se enfocan en aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida. La toma de decisiones debe involucrar al paciente y su familia. Es fundamental respetar sus deseos y creencias en cuanto a la alimentación y la hidratación. “Las intervenciones pueden variar desde dietas suaves y fáciles de tragar hasta la hidratación oral o subcutánea, dependiendo de la situación y las necesidades del paciente”, según expone.

Por último, cabe destacar que el papel del médico internista, con su visión integral y holística sobre enfermedades complejas, “es crucial en la atención paliativa y al final de la vida. Su capacidad para coordinar equipos interdisciplinarios, tomar decisiones médicas complejas y comunicarse efectivamente con pacientes y familias es fundamental para brindar atención de calidad y centrada en el paciente en estas situaciones”, asegura la doctora.

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