En pleno debate sobre las novedades que puede aportar a la evaluación de los productos sanitarios el nuevo decreto sobre Evaluación de Tecnologías Sanitarias, un trabajo desarrollado por el Ministerio de Sanidad a través de grupos de decisores de diferente nivel, aporta su valoración para aportar a estos informes, que son “útiles para la toma de decisiones”, diversas iniciativas para mejorar sus aspectos prácticos.
El ‘Estudio cualitativo sobre necesidades de información y preferencias de las y los decisores con respecto a los productos elaborados por RedETS’ reúne la opinión de 27 decisores, de diferente nivel. Nivel Macro: personas vinculadas a la Comisión de Prestaciones, aseguramiento y Financiación (CPAF) del Ministerio y las CC.AA; en el Nivel Meso, se invitó a sociedades profesionales y vinculadas a la labor directiva y finalmente en el Nivel Micro participaron once sociedades científicas y de pacientes. En total 27 personas, que describieron en todos los grupos un panorama, que aunque con diferencias particulares, es coincidente en todos los grupos.
Los participantes perciben los diferentes productos de evaluación de tecnologías sanitarias como “como útiles para la toma de decisiones”, pero de la misma manera se plantean una una serie de propuesta para mejorar su adecuación y usabilidad.
En cuanto a los informes de evaluación, los participantes destacan la importancia de incluir “información contextual sobre la condición y la tecnología, así como aspectos organizativos, éticos, legales, sociales, análisis de recursos y costes, y perspectivas de pacientes y medioambientales”.
En cuanto al uso de los informes los planteamientos se centran en “optimizar el resumen ejecutivo y las conclusiones, la concisión, la comprensión y la presentación de la información".
Por otro lado, con respecto a los productos de TNSE, es preciso “mejorar su difusión en todos los niveles de decisión”. Mientras que en el caso de los informes de evaluación económica, aunque se reconoce su complejidad, se propone “explorar formas de perfeccionar la presentación de resultados para facilitar su interpretación”.
Igualmente el informe propone mejoras para “simplificar los procesos de solicitud y priorización de informes, así como para aumentar la participación en todos los niveles”. En relación con los marcos metodológicos, se sugiere “mejorar la incorporación de pacientes y personal experto en el desarrollo de informes y en la elaboración de recomendaciones cuando sea necesario”. También se propone potenciar “la inclusión de evidencia de mundo real y explorar nuevas líneas metodológicas, como respuestas rápidas y marcos de evidencia viva, así como fórmulas para mapear el grado de adopción de tecnologías en diferentes CC. AA”.
Otras áreas de mejora identificadas están vinculadas a la adecuación de los tiempos de elaboración de informes y al aumento del impacto de la evaluación de tecnologías.
Entre los puntos fuertes que tienen actualmente los informes de ETS, los participantes han destacado su “la rigurosidad y la calidad”, así como “la confianza y el respeto hacia los procesos, así como la independencia y la transparencia”.