“La participación de la Farmacología Clínica en el proceso de autorización y evaluación clínica de los nuevos medicamentos es muy intensa; por el contrario, en las decisiones de financiación y fijación de precio estamos prácticamente excluidos”, lamenta Antònia Agustí, presidenta de la Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC).
La sociedad científica que representa a los médicos especialistas en Farmacología Clínica reclama “consolidar” su campo de actuación, como queda reflejado en el estudio La farmacología clínica frente al mundo real: farmacovigilancia, farmacoepidemiología y evaluación económica de los medicamentos, publicado recientemente en la revista Pharmacological Research.
El artículo apunta que la aparición de nuevas tecnologías de almacenamiento y análisis de datos cada vez hace más necesario evaluar el uso de medicamentos en la práctica clínica (Real World Data), no sólo para describir o documentar el uso de medicamentos en la práctica clínica asistencial, sino también para complementar la información que se ha obtenido en los estudios o ensayos clínicos precomercialización.
Financiación
Antes de decidir la financiación de un nuevo medicamento, el Sistema Nacional de Salud (SNS) realiza evaluaciones económicas que comparan el coste de la innovación y sus resultados clínicos, así como su impacto presupuestario. La Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos fija los precios de los medicamentos en España y asesora al Ministerio de Sanidad. En este ámbito, Agustí solicita que “las evaluaciones sean públicas, que trascienda la información y se conozcan los elementos que se tienen en cuenta”.
“Los farmacólogos clínicos, como profesionales conocedores de los medicamentos y también sobre Farmacoeconomía, podemos colaborar en la realización e interpretación de las evaluaciones económicas y asesorar en la fijación de precio y decisión de financiación”, defiende la presidenta de la SEFC.
Esta contribución se hace todavía más valiosa por la autorización creciente de fármacos tecnológicamente innovadores con costes a menudo muy elevados, lo que supone “un reto para el farmacólogo clínico”, como afirma Agustí. “Nuestra participación en esta fase del acceso de los medicamentos contribuiría a mantener la sostenibilidad del SNS”, asegura.
Ensayos
En la misma línea, Emilio Vargas vicepresidente de la SEFC, explica que una de las actividades fundamentales de los farmacólogos clínicos es “llevar a cabo y dar apoyo a otros profesionales sanitarios para realizar ensayos clínicos con medicamentos para incrementar la evidencia disponible sobre su eficacia y seguridad y sobre la terapéutica”.
“Nuestra participación es muy relevante en las unidades de investigación clínica, los comités éticos de ensayos clínicos con medicamentos y la coordinación de estructuras de apoyo a la investigación multicéntrica y multinacional”, comenta el doctor Vargas.
Otro campo de actuación de la Farmacología Clínica es el análisis de la seguridad de los medicamentos no sólo durante la realización de los ensayos clínicos, sino también en el periodo poscomercialización. Para ello, los expertos colaboran con el programa de notificación espontánea de sospechas de reacciones adversas a medicamentos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), y realizan estudios de Farmacoepidemiología.
Actividad asistencial
Los farmacólogos clínicos también realizan actividades asistenciales directas de información y selección de medicamentos y de individualización de la terapéutica para pacientes concretos. “Respondemos consultas terapéuticas sobre cuestiones diversas como la farmacocinética, la farmacogenética, la toxicología o la seguridad del uso de los medicamentos”, explica Vargas.
Igualmente, estos facultativos hacen docencia de grado en Medicina, pero también en Enfermería o Fisioterapia, así como formación médica y sanitaria continuada. “También es importante resaltar nuestra implicación en la gestión de la asistencia a través de la participación en las comisiones clínicas (comisión de farmacia y terapéutica, comisión de antibióticos, comités de ética asistencial, comisiones relacionadas con evaluación de tecnologías, etc.)”, añade el vicepresidente de la SEFC.
Los farmacólogos clínicos desarrollan estas actividades fundamentalmente en centros hospitalarios y algún centro de Atención Primaria y universidades. No obstante, el Dr. Vargas critica que “muchos centros, incluso hospitales universitarios que por ley deberían contar con servicios de Farmacología Clínica, actualmente no los tienen”.
“Nuestra intención es incrementar la presencia de la especialidad en muchos centros hospitalarios, de Primaria, universidades e instituciones en los que todavía no la hay, para poder consolidar sus actividades y reorientarlas y facilitarlas con el uso de las nuevas tecnologías de la información y la gestión de datos”, concluye.