El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería ha celebrado una sesión formativa de cara a ahondar en la definición y diferencia de los distintos tipos de ostomía, los cuidados necesarios para cada una de ellas, las posibles complicaciones así como los distintos tipos de dispositivos existentes.
La vocal de hospitales, administración pública y análisis clínicos del Colegio de Farmacéuticos, Alba Martos Rosa, ha sido la encargada de dar la bienvenida a los asistentes. “La jornada de nace por el interés y las consultas de los colegiados, que tenían especial interés en conocer qué era la ostomía y todo lo que conlleva en lo que respecta a productos relacionados con ello. Hemos visto esa necesidad por el aumento de consultas relacionadas con este tema, porque han aumentado el número de pacientes con estos dispositivos, o bien por desabastecimiento de algunas marcas comerciales en cuanto a la disponibilidad de algunos productos necesarios para tratar la ostomía desde la oficina de farmacia”, ha destacado.
La enfermera especialista en ostomías del Hospital de Poniente, Montse Cabrera López ha lamentado que “este mundo sigue siendo muy desconocido y actividades como esta ayuda a conocer más y a dar visibilidad y normalizar”.
Según Cabrera, “la ostomizada no es más que una persona que acaba con una bolsa en la barriga para poder expulsar los desechos del cuerpo sólido o líquido. Y eso representa un cambio no solo de la patología que ha padecido para tener esa intervención sino también a nivel social, psicológico y fisiológico, de su funcionamiento”.
Para la especialista, “el hecho de que estas personas puedan acudir a una farmacia y que los profesionales farmacéuticos conozcan los dispositivos ayuda a que puedan ir mejorando su día a día, porque no solo hay que quedarse con la figura de la enfermería, que lo cuida o que mira las complicaciones o qué dispositivo se puede adaptar mejor, sino que desde la farmacia también se puede afrontar una atención desde el conocimiento de cercanía que tienen, de saber a qué se dedica o las aficiones de esa persona, de su día a día, y puede aconsejar productos o hábitos. Es un cambio desde el punto de vista físico, psicológico, social muy importante”.
La atención integral resulta clave para que las personas puedan mantener la mayor calidad de vida posible. “Al final, es conocer todos los productos y opciones existentes para que esa persona mantenga cierto bienestar o calidad de vida teniendo en cuenta las particularidades de cada uno, que esa persona ostomizada pueda incorporarse al día y día y pueda seguir haciendo la mayoría de cosas que hacía antes en la medida de lo posible”, concluye.