La compañía farmacéutica y de tecnología sanitaria Abbott ha anunciado el lanzamiento de la aplicación LibreLinkUp, mediante la cual, cuidadores y padres pueden recibir en su smartphone con sistema Android los datos de glucosa de personas bajo su tutela que padezcan diabetes. Para ello, el paciente debe escanear el sensor FreeStyle Libre utilizando la aplicación LibreLink.
Como explica la compañía, LibreLinkUp, aplicación desarrollada en colaboración con Newyu, "permite a cualquier persona su descarga de forma gratuita". Antes de eso, los cuidadores deben ser invitados por un usuario de LibreLink para conectarse y empezar a recibir información sobre su glucosa. "Cuando los cuidadores abren la aplicación pueden ver los datos de glucosa más recientes de las personas con las que están conectadas, los momentos en que se midió la glucosa y una flecha que indica en qué dirección va la tendencia de la glucosa del usuario de LibreLink. Una vez interconectadas, LibreLinkUp permitirá a los cuidadores conectarse con hasta 20 ususarios de LibreLink. Los usuarios de LibreLink podrán compartir sus lecturas de glucosa con hasta 20 conexiones de LibreLinkUp", señalan.
Diego Fernández, endocrino y responsable del Grupo 2.0 de la Sociedad Española de Diabetes (SED), opina que "son muchas las ventajas que se desprenden de una mayor autonomía del paciente, tales como un aumento de su independencia o la seguridad de poder estar conectado con su cuidador y con su entorno cercano. Asimismo, los cuidadores también salen beneficiados de este sistema de conectividad global, ya que su calidad de vida mejora de manera sustancial gracias a la tranquilidad de tener bajo control de la diabetes de su ser querido".
Medición sin pinchazos
La nueva tecnología lanzada por la compañía acompaña al sistema de monitorización de glucosa Freestyle Libre, (presentado en febrero de este año) que está indicado para niños y adolescentes con diabetes. Mediante este sistema electrónico se pueden leer los niveles de glucosa a través de un sensor que se lleva en la parte posterior del brazo durante un máximo de 14 días, evitando la necesidad de realizar pinchazos.