La Asociación de Farmacéuticos Adjuntos de Sevilla (AFAS) ha pasado a constituirse como sindicato, y llamarse Asociación Sindical de Farmacéuticos Adjuntos de Sevilla (Asfas). La Junta de Gobierno se compone de presidente, vicepresidente, tesorero, secretario y ocho vocales, y se renueva cada cuatro años con posibilidad de una renovación de mandato.
La Junta de Gobierno es la encargada de gestionar el día a día, dando cuenta periódicamente a la asamblea, que es el órgano de decisión designado para las grandes decisiones, como fue la conversión de AFAS en sindicado.
Zigor Etxabe es el presidente de la nueva Asfas y explica que el motivo por el que han dado este paso es porque "muchos de los socios estaban expresando dudas con respecto a la aplicación del convenio". "Las dudas tenían que ver con si estaban obligados a trabajar tal día, si les correspondía cobrar horas extraordinarias, etc. También personas que se encontraban en situaciones irregulares a nivel laboral. Sobre todo en la gente que se está incorporando ahora al mercado se les están ofreciendo condiciones que no son aceptables. Farmacéuticos a los que les quieren hacer contratos como técnicos, en vez de como adjuntos, otros que no cobran pluses de sustitución. Sobre todo ocurre con los nuevos, que no tienen un contrato fijo", denuncia Etxabe, quien afirma que, a día de hoy, los adjuntos se sienten poco representados por las organizaciones existentes.
A este respecto, relata que el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) carece de Vocalía específica, y que el COF de Sevilla ha tenido a un no adjunto como vocal, algo que ha cambiado tras el proceso electoral que ha vivido la entidad colegial. "Hay afiliados al sindicato que han estado en el COF y que no se han visto representado, y eso les ha generado un poco de frustración", asegura, aunque confía en que con el cambio señalado "puedan cambiar las tornas". Subraya, en cualquier caso, que la intención de la nueva asociación sindical es mantener una buena relación con el COF.
De hecho, buscarán su apoyo, así como el de otras asociaciones e incluso de laboratorios, "para crecer en el número de afiliados". Ése es el objetivo a corto plazo: "Que la mayor parte de los colegiados se afilien para, de este modo, ganar fuerza y conseguir que las condiciones antes aludidas vayan cambiando".
De momento, están intentando darse a conocer a conocer a través de las redes sociales, han solicitado la ayuda del COF, para que les dé difusión, y están yendo a las universidades para que los estudiantes, futuros farmacéuticos, les conozcan.
En el apartado de los obstáculos que pueden surgir en ese objetivo de ganar masa social sitúan "la tranquilidad con la que han vivido los propios adjuntos hasta ahora, aprovechando que todo iba bien". Eso ha hecho que sean un gremio, admite Etxabe, "que nos movemos poco". Por eso, opina que es preciso alzar la voz, "para hacernos ver y recuperar lo que hemos ido perdiendo". Para ello, se plantean, a medio plazo, poder desarrollar servicios jurídicos propios para dar apoyo a los afiliados y, si hay problemas con un titular, que nos respalden.