El investigador portugués André Peralta Santos, que ha trabajado durante la pandemia para la Universidad de Washington, ha elaborado un informe para el Comité de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, titulado 'Assessment of COVID-19 surveillance
case definitions and data reporting in the European Union', en el que analiza la variabilidad en la definición de caso, en relación con Covid-19, y propone una mayor homogeneización de criterios en la Unión Europea, con el fin de mitigar las disputas relacionadas con la calidad de los datos entre Estados miembros. Aboga, además, por la coordinación, implementación y evaluación de políticas europeas en este sentido.
En opinión de este experto, "es fundamental asegurar la consistencia en la definición de los Estados miembros para permitir la comparabilidad de las respuestas en términos de salud pública, el estrés al que se han sometido los sistemas sanitarios, y el impacto sobre la salud de la población".
El informe recoge una "considerable" heterogeneidad en lo que respecta a la definición de casos posibles y probables, mientras que admite que para los casos confirmados hay una mayor convergencia, dado que todos los Estados miembros supeditan dicha calificación a los casos constatados mediante pruebas de laboratorio PCR.
Considera, no obstante, que la comparabilidad de las cifras de casos confirmados sigue siendo compleja, dadas las diferentes políticas de testeo que siguen existiendo actualmente, diferencias que explican por "la rapidez con la que está evolucionando el conocimiento científico al respecto, así como la distinta percepción del riesgo de los organismos técnicos".
Otro punto de discrepancia es el que tiene que ver con la definición de la muerte por Covid-19, ya que, confirma, "hay países en los que aún no existe una definición oficial, y no reportan si esta enfermedad es la causa de muerte primaria o secundaria".
Finalmente, en lo que respecta a la definición de recuperación, los criterios incluyen aspectos clínicos y diagnósticos. "Solo un pequeño grupo de países han basado su definición exclusivamente en criterios clínicos", indica el documento. "Aunque esta definición basada en criterios clínicos ofrece algunas ventajas, es cierto que puede conllevar riesgos, ya que se puede liberar a alguien del aislamiento con la infección aún latente", concluye.