Un grupo de expertos señala algunos desafíos del sistema sanitario y plantea posibles soluciones

Mercedes Carreras, Jon Darpón, Javier Elola, Carina Escobar, Roser Fernández, Julián García Vargas, Pilar Garrido, Julián Isla, Gloria Lomana, Carlos Macaya, José Martínez Olmos, Julio Mayol, Ignacio Riesgo, Boi Ruiz y Antonio Zapatero han elaborado un documento titulado 'Consenso por un sistema sanitario del siglo XXI', donde pretenden identificar los problemas que tiene nuestro sistema sanitario asistencial y plantear diferentes propuestas para solucionarlo.

En él, ponen el acento en los cambios de necesidades que se derivan del envejecimiento, la irrupción de la innovación tecnológica o la proliferación de los procesos crónicos, que hacen necesaria, a juicio de estos expertos, la aplicación de una serie de reformas para que el sistema sanitario sea viable.

Comienzan proponiendo un Pacto por la Sanidad, que incluya a pacientes, profesionales y todos los agentes del sector. Asimismo, en lo que tiene que ver con las reformas del sistema sanitario, consideran que son "los problemas de los pacientes y profesionales (listas de espera, inadaptación a crónicos complejos, calidad desigual, obsolescencia tecnológica, retrasos en la incorporación de terapias, inequidades de acceso a determinadas terapias, malestar profesional) los que deben estar en primer plano en cualquier planteamiento de reforma".

Los firmantes también abogan por implicar al sector privado en la prestación del servicio público, "impulsando formas de colaboración público/privadas" y considerar a las empresas farmacéuticas, de tecnología médica y de tecnologías de la información como "parte esencial de la cadena de valor del sector sanitario".

Consideran que las nuevas necesidades podrían requerir más financiación, hasta ir aproximándonos a la media de los países de la Eurozona en porcentaje de PIB dedicado a la sanidad pública, aunque recomiendan que ese incremento presupuestario vaya ligado a mejoras concretas, previamente identificadas y bien definidas en sus objetivos.

En cuanto a la gobernanza, abogan por incorporar a pacientes y profesionales a todos los niveles, para lo que proponen la creación de un órgano de consulta con representación de los distintos agentes del sector, así como un conjunto de Agencias Nacionales especializadas, empezando por la de Salud Pública.

Asimismo, llaman a avanzar hacia una mayor autonomía de las organizaciones sanitarias, que implique separación entre gobierno y dirección y profesionalizando la gestión, y consideran que, de cara a adaptar la asistencia a las necesidades de los pacientes, especialmente los crónicos complejos, habría que dar un impulso a la transformación digital.

Igualmente, creen que habría que cualquier reforma asistencial debe partir de un refuerzo de la Atención Primaria. Apuesta también por una "desburocratización de las consultas, creación de redes asistenciales multiprofesionales y multinivel, desarrollo de actividad no presencial y de la atención domiciliaria, entre otros cambios".

En cuanto a las relaciones laborales de los sanitarios con el sistema, consideran que debe impulsarse su "autonomía" y el reconocimiento a los profesionales, lo cual puede venir derivado, en opinión de estos expertos, de un modelo de relación laboral "más flexible", albergando "una pluralidad de fórmulas contractuales y de servicio".

También es "crítico" para los autores de este documento "que se desarrollen un conjunto de indicadores tanto de recursos, como de actividad y resultados", para poder comparar el comportamiento del sistema a nivel nacional, en las distintas comunidades autónomas, áreas, servicios, fórmulas de gestión, y en el sector público y en el privado.

Finalmente, consideran que hay que aprovechar la oportunidad de convertir al sistema sanitario, a través de sus actividades de innovación y desarrollo, y en colaboración con empresas y Universidades, "en un impulsor del conjunto del sistema económico español hacia actividades de mayor valor añadido".