Tres años después de que surgiera la iniciativa, el servicio de Farmacia del Hospital de Nuestra Señora de Valme (Sevilla), está a unos pocos meses de cumplir el primer aniversario de la puesta en marcha de SANPAT (febrero de 2024); un nuevo sistema de alertas integrado con el sistema de prescripción oficial de medicamentos en receta en Andalucía (Receta XXI) que identifique nuevas prescripciones y registre la adherencia, tanto primaria como secundaria.
Ramón Morillo, farmacéutico del hospital sevillano, presentó la iniciativa en el reciente congreso nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) como una propuesta para ofrecer “una solución práctica y efectiva para mejorar la adherencia en pacientes atendidos en consultas externas del servicio (CEFH), de cualquier hospital de nuestra comunidad autónoma”.
El camino no ha sido corto ni fácil; “esperar tres años para poner en marcha esta idea, a veces te desanima un poco”, si bien, “cuando ves los resultados te vienes arriba”, asegura Morillo recordando que en términos generales, “se necesita más apoyo también para que la gente que tiene ideas en el día a día de las trincheras, las pueda poner en marcha”.
En el caso de SANPAT el proyecto es ya una realidad para el centro sevillano, a la espera de que la idea pueda seguir cuajando y extenderse a todos los centros sanitarios de la comunidad autónoma. Realmente, explica “se podría acceder desde cualquier otro sitio de España porque el concepto y la idea es perfectamente aplicable en cualquier hospital pero cada comunidad tendría que replicarlo en su entorno informático. Como concepto, si es replicable, pero no utilizable directamente”.
Con esta nueva plataforma, lo que se han planteado los farmacéuticos de Valme es “tratar de dar respuesta a la problemática que tenemos en todas las consultas externas de FH: cada vez tenemos más pacientes y cada vez hay más con perfiles más complejos”, explica. SANPAT es una respuesta para estar en contacto permanente con los pacientes a través de la metodología CMO, “especialmente en la parte de oportunidad; el estar cerca de paciente cuando el paciente lo necesite”.
Morillo, coordinador de iniciativas como MAPEX, dentro de la SEFH indica que, hasta el momento desde la Farmacia Hospitalaria se han desarrollado ya varias herramientas, desde lo más básico, como facilitar un teléfono de contacto y un correo electrónico, hasta otras herramientas más complejas como Telémaco, la plataforma de telefarmacia y de seguimiento al paciente de la SEFH.
Con SANPAT el objetivo es “ser más activos en el seguimiento de los pacientes fuera de la consulta”. Hasta que “empezamos con este proyecto, lo que indicábamos a los pacientes era que si tenían una prescripción nueva de medicación en el ámbito de atención primaria de cualquier tipo, que se pusieran en contacto con nosotros, bien a través del teléfono, el correo electrónico o la página web que tenemos en la consulta. De esa manera somos dependientes de que el paciente nos llame. Lo que hemos hecho es una herramienta que nos permita ser activos, de manera que, esa herramienta todos los días llama a Receta XXI 21 y le pregunta de los pacientes que tenemos incluidos en SANPAT, cuáles son los pacientes a los que se les ha prescrito un tratamiento nuevo o han ido a la oficina de farmacia a recoger ese tratamiento”.
A partir de ahí, “actuamos con el paciente o actuamos con el profesional que corresponda para hacer la intervención que proceda”. Estas intervenciones pueden ser de muchos tipos: “Desde llamarle e informar al profesional que un tratamiento concreto está contraindicado porque tiene interacción con este otro tratamiento hospitalario, o simplemente informar al paciente que hemos visto que tiene una prescripción nueva y han pasado 6 días desde la prescripción y aún no ha ido a la oficina de farmacia a recoger esta medicación que le han prescrito”.
“Cada vez hay más llamadas en consultas externa, que es algo bueno en sí, pero a la vez es algo malo porque no damos abasto a recopilar tanta llamada telefónica”. Cuando estás con un paciente en la consulta, sobretodo un paciente que está iniciando el tratamiento si suena el teléfono, esa llamada se pierde; no se interrumpe el seguimiento de un paciente para atender esa llamada. Esas llamadas se pierden y a lo mejor el paciente vuelve a llamar o a lo mejor no. Si esa consulta era para una medicación y luego se ve que puede ser una medicación contraindicada o que genere un efecto adverso o un riesgo… pues la hemos perdido”.
Esta aplicación ayuda a dar respuesta “a una de las principales preocupaciones que tenemos, como es la adherencia primaria: aquella que analiza qué es lo que ocurre desde que se prescribe un tratamiento, hasta que se recoge en la oficina de farmacia; hasta ahora era casi un 30% y ahora hemos dejado en cero”, explica Morillo. En segundo lugar, “también podemos valorar la adherencia secundaria; es decir medicamentos concomitantes crónicos porque se van recogiendo periódicamente en la consulta, al margen de intervenir sobre potenciales interacciones o medicación potencialmente inadecuada en pacientes que tienen edad avanzada o cascadas terapéuticas”. “Todo este tipo de cuestiones que antes solamente podíamos ver de una manera interesante cuando el paciente venía a consulta; ahora ya no hace falta que venga a consulta, sino que nosotros hacemos el seguimiento en tiempo útil cada 24 horas”, explica.
Por otro lado, indica Morillo, el desarrollo de SANPAT ha llevado tanto tiempo “porque queríamos que fuera una herramienta oficial; es decir que integrada dentro del sistema sanitario, dentro de todo el SAS”. “Nos ha costado mucho trabajo, hemos tenido que pedir muchos permisos pero al final no podemos conseguido una herramienta que potencialmente podría utilizar cualquier farmacéutico en cualquier consulta de cualquier hospital de Andalucía”. “No es una cosa del Hospital Valme, es algo que puede utilizarlo cualquier farmacéutico en cualquier hospital”.
En los primeros 6 meses de puesta en marcha (febrero del 24), “en la extracción de datos que hicimos para llevarlo al Congreso de la Sefh porque nos lo seleccionaron como uno de los mejores proyectos de I+I, el 98% de las intervenciones que hicimos a través de Sanpat, eran intervenciones que no habían sido previamente comunicadas por los pacientes, de las más de 500 intervenciones que hemos hecho en estos 6 primeros meses de puesta en marcha eran intervenciones lo que los pacientes no nos habían llamado. Son intervenciones que de otra manera no se hubieran podido hacer”.
La herramienta está muy dirigida a un tipo específico de pacientes; “esto no puede ser una herramienta a la que tu metas a todos los pacientes; si se puede seguir a 500 parientes pero no a 2500, porque no tendría utilidad”, indica este farmacéutico, quien indica que el tipo ‘ideal’ de usuarios son “pacientes de nivel uno de estratificación, pacientes con medicación de uso hospitalario que tienen alto riesgo de interacciones, pacientes con alta complejidad, fármacoterapéutica”. En Valme se realiza el seguimiento a unos 100 pacientes y diariamente nos manda un mensaje a los usuarios que están dados de alta de que entre 4 o 6 pacientes son los que tienen modificaciones o dispensaciones desde el día anterior. Es algo más o menos llevadero. Si tuviéramos que revisar 50 pacientes diarios, sencillamente no se podría hacer”.
Con el programa ya en marcha y a tres meses de cumplir el año de desarrollo del proyecto SANPAT se prepara para dar un nuevo salto y convertirse en una plataforma para todo el Sistema Andaluz de Salud (SAS), ese es el objetivo de la herramienta y el sentido que desde el Hospital de Valme se ha dado a todo el proyecto.