El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona (COFB), junto con el departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña y la Asociación Española de Farmacéuticos de la Industria (AEFI) han puesto en marcha la segunda edición de los talleres de buenas prácticas de distribución de medicamentos. El objetivo es dar respuesta a algunas de las preguntas que surgen ante la nueva regulación europea del ámbito de la distribución.
Desde el año 2013, las BPD de la Unión Europea (Directriz 2013/C 343/01) se han constituido en el marco de referencia del desarrollo del sistema de garantía de calidad de las entidades de distribución de medicamentos de uso humano europeas (almacenes mayoristas y por contrato). Con esto se consigue “asegurar el mantenimiento de la calidad de los medicamentos a lo largo de la cadena de distribución hasta que llega en su punto de dispensación”, explica Salvador Cassany, jefe del Servicio de Control Farmacéutico y Productos Sanitarios del Departamento de Salud y coordinador de la formación, junto con Montserrat Amorós, vocal de Distribución del COFB, y Raquel Arenós, vocal de Garantía de Calidad de AEFI.
A lo largo de seis talleres se abordarán diferentes temáticas para que directores técnicos de entidades de distribución de medicamentos y otros técnicos vinculados con la distribución farmacéutica profundicen en “las bases necesarias para cumplir con los requisitos establecidos a las BPD”, explica Raquel Arenós.
Talleres:
Análisis de riesgos en la distribución farmacéutica
Indicadores de calidad clave para hacer un seguimiento
Calificación de las instalaciones de almacenamiento
Transporte de medicamentos
Validación adecuada de sistemas informatizados
Gestión de reclamaciones, devoluciones y retiradas del mercado de medicamentos
En todos los talleres, los temas se tratan desde una vertiente eminentemente práctica para que los alumnos puedan disponer de las herramientas necesarias para aplicar más fácilmente los conocimientos adquiridos en las entidades de distribución a las cuales están vinculados. Precisamente este es uno de los aspectos que destacaron los alumnos de la anterior edición en las encuestas que rellenaron al finalizar cada taller: todos coincidieron en que se adaptaron a sus necesidades y que lo que aprendieron es aplicable a su puesto de trabajo.