La actualización del Programa de Estabilidad que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha remitido a la Comisión Europea vuelve a recordarnos un dato que, por conocido, no deja de ser asombroso. De los 6.929 millones de euros en lo que se ha reducido el gasto Sanitario desde 2012, el 62%, unos 4.313 millones, corresponden a gasto en medicamentos.
Un documento oficial vuelve a poner de manifiesto el importante esfuerzo que ha hecho el sector farmacéutico a lo largo del último lustro. El gasto en medicamentos supone según indica el propio Ministerio de Sanidad en torno a un 15% del gasto sanitario total. Sin embargo, sobre esta partida ha recaído un impacto cuatro veces superior al que le correspondería.
En los 12 meses anteriores a marzo de 2015 el gasto en medicamentos a través de receta del Sistema Nacional de Salud ascendió a 9.404 millones de euros, cifra muy similar a la registrada en noviembre de 2004, hace casi once años. Si en lo que nos fijamos es en el gasto medio por receta, en los últimos 12 meses este parámetro se situó en 10,75 euros esa cifra es la misma que había en el año 1999 cuando se registró un gasto de 10,72 euros por prescripción.
Sin embargo, estas cifras no parecen suficientes para el Gobierno ya que el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, prevé la “conveniencia de adoptar actuaciones necesarias para asegurar la sostenibilidad” del sistema dado que la partida farmacéutica creció durante el último año un 1,94% cifra que no obstante después de la reducciones de mercado del 8,8% en 2011, del 12,26% en 2012 y del 6,01% en 2013 y de observar como hemos indicado antes que el gasto está en niveles de más de una década atrás, debería parecer bastante ridícula.
Pues no, Montoro prevé ahorrar otros mil millones en farmacia en los dos próximos años. En concreto, 500 millones durante 2015 y 500 millones más en 2016 con el control que van a ejercer sobre las comunidades autónomas para evitar que su gasto de medicamentos supere la previsión de evolución del Producto Interior Bruto (PIB con el control que van a ejercer sobre las comunidades autónomas para evitar que su gasto de medicamentos supere la previsión de evolución del PIB)
El gasto farmacéutico tiene un problema. Es cierto que es una cuantía muy relevante, pero su mayor handicap es lo transparente que es este gasto, y lo fácil que es hacer que baje. Pero no nos engañemos, aunque la cuantía dedicada medicamentos sea muy elevada, en relación al total de gastos que tiene la Administración a nuestro país, sólo supone un 2,1%. Estamos seguros que en el 97,9% restante de dinero público que se gasta hay muchas más ineficiencias, mucho más despilfarro, y mucha menos necesidad de ese gasto que en el ámbito farmacéutico.
Por eso creemos que es necesario revisar y analizar donde se pone el foco del control del gasto. Ya que el sector farmacéutico alcanzado un nivel de eficiencia que difícilmente se observa en otros ámbitos del sector del sector público. Esperemos que los acuerdos que el Gobierno firmará con Farmaindustria, Aeseg y Fenin recojan la necesidad aligerar la presión sobre este sector.
