JUEVES, 11 de junio de 2015 (HealthDay News) -- Los supervivientes de un accidente cerebrovascular (ACV) que reciben una educación extensiva sobre los ataques cerebrales son mucho más propensos a reconocer los síntomas de otro ACV y a buscar un tratamiento inmediato, muestra un estudio reciente.
La investigación incluyó a 1,200 supervivientes hispanos, negros y blancos de un ACV leve o de un ataque isquémico transitorio (AIT). Su edad promedio era de 63 años. Todos recibieron material educativo adaptado culturalmente sobre cómo reconocer y reaccionar ante los síntomas de ACV.
Algunos de los pacientes también participaron en sesiones grupales en el hospital en las que practicaron cómo describir los síntomas de ACV a los empleados de los servicios médicos de emergencia, y vieron videos de supervivientes a ACV sobre la preparación.
Durante cinco años de seguimiento, 224 de los pacientes sufrieron otro ACV o experimentaron síntomas de ACV. El 42 por ciento de esos pacientes llegaron a un departamento de emergencias en un plazo de tres horas.
Apenas el 28 por ciento de los pacientes del estudio habían acudido a emergencias en un plazo de tres horas cuando sufrieron su primer ACV o AIT. De forma que la educación sobre el ACV condujo a una mejora del 49 por ciento en la tasa de personas que llegaron rápidamente al hospital. Entre los hispanos, hubo una mejora del 63 por ciento, anotaron los investigadores.
Ese marco temporal es importante, porque el anticoagulante tPA está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. para ser suministrado en un plazo de tres horas tras el inicio de los síntomas de ACV.
El estudio fue publicado el 11 de junio en la revista Stroke.
"Que las tasas de personas que llegan al departamento de emergencias en un plazo de tres horas tras la aparición de los síntomas de ACV se mantengan bajas sugiere que quizá no estemos divulgando de forma efectiva los materiales existentes sobre la preparación para el ACV", señaló en un comunicado de prensa de la revista la autora del estudio, Bernadette Boden-Albala, profesora de salud pública, odontología y neurología, y decana asociada del programa de desarrollo del Instituto Global de Salud Pública de la Universidad de Nueva York.
"Nuestros hallazgos sugieren que, como mínimo, unos mensajes claros, sencillos y enfocados en la preparación antes del alta hospitalaria, y posiblemente un refuerzo de seguimiento, resultan en una mayor proporción de llegadas tempranas a la sala de emergencias", añadió.
Boden-Albala anotó que es más probable que las minorías étnicas y raciales sufran ACV, y que es más probable que tengan unos resultados peores por los ataques cerebrales que los blancos. Dijo que otra diferencia importante es que los pacientes de las minorías con frecuencia llegan más tarde a buscar tratamiento en las salas de emergencias.
"Nuestro estudio es el primero en mostrar que unos materiales de literatura de salud culturalmente adaptados pueden reducir estas disparidades raciales en los resultados de la preparación para el ACV", afirmó
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor