Política

FEFE cree que la reducción de demanda por el copago se debió a los parados y no a los pensionistas

La modificación del copago farmacéutico en 2012, a través del Real Decreto-ley 16/2012 afectó a la prestación farmacéutica reduciendo de forma muy sensible la demanda de medicamentos y, por tanto, el número de dispensaciones. Lo que no está muy claro es a qué colectivos afectó más y en qué medida, pero la Federación Española de Farmacéuticos Empresarios (FEFE) duda que hayan sido los pensionistas, por la instauración de un copago del 10% con topes, los que hayan protagonizado el mayor descenso de la demanda. Apuestan, tras un análisis estadístico, por variables económicas como el porcentaje de parados o la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) regional.

La reducción de la demanda farmacéutica se empezó a observar en mayo de 2010, coincidiendo con los primeros reales decretos-ley que afectaron al sector farmacéutico y a los funcionarios reduciendo su salario en un 5%. En mayo de 2010 el número de recetas crecía interanualmente un 4,97%. Doce meses después ese crecimiento se situó en el 2,35%, menos de la mitad. En mayo de 2012, antes de hacerse efectivo el cambio de copago ya estaba en el 0,7%. La desaceleración es clara. Eso sí, con la entrada en vigor de la modificación del copago se acrecentó esa caída de la demanda y en mayo de 2013 ya estaba perdiendo el 11,97% de las recetas. La mayor caída interanual se observó en junio de 2013, con un 14,70% de recetas menos que doce meses antes.

Variacion-del-numero-de-recetas

FEFE ha identificado y analizado tres factores de cada comunidad autónoma que podrían haber influido en la reducción de la demanda: número de pensionistas sobre la población total; parados sobre la población total – no sobre la población activa -; y descenso de PIB regional como posibles factores explicativos. Según sus resultados, el porcentaje de pensionistas no tiene correlación con la reducción del número de recetas per cápita. Por el contrario, la correlación entre porcentaje de parados y descenso en el número de recetas per cápita puede considerarse positiva ya que descienden menos las recetas con un mayor número de parados.

Por su parte, la correlación entre descenso del PIB y reducción de recetas es negativa: Los mayores descensos de PIB regional suponen un menor descenso del consumo de recetas per cápita.

Según FEFE, en las regiones con un mayor número de pensionistas no se produjo en 2013 la mayor caída de recetas, sin embargo, un mayor número de parados si se tradujo en un menor descenso en el número de recetas per cápita en la mayor parte de las regiones, aunque con algunas excepciones significativas como Cataluña o Comunidad Valenciana en las que sin duda influyeron otras causas.

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