Opinión

¿Qué pretenden los enfermeros? ¿Tras prescribir, quieren dispensar?

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma, sobre los ataques de Enfermería a la farmacia y sus posibles consecuencias de futuro.

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma.

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Los enfermeros han conseguido, tras un periplo de unos cuantos años, la aprobación de unos importantes cambios en el real decreto de ‘prescripción enfermera’, una norma que, más allá de dar seguridad jurídica al trabajo habitual de estos profesionales, hace que la enfermería española sea “la primera de todo el mundo donde los enfermeros prescriben con todas las garantías”. Es decir, que más allá de solucionar un problema, se ha avanzado más de lo que cualquier otro país lo había hecho nunca, tal y como han asegurado los propios representantes de enfermería.

Pero ese éxito no ha sido suficiente para generar en los dirigentes de esta profesión la necesidad de buscar el desarrollo profesional a través de las nuevas perspectivas que se abren en la enfermería gracias a la prescripción enfermera. Lejos de centrarse en sus oportunidades de mejora, se han volcado, ya desde hace un tiempo, en la búsqueda de un enemigo externo y han puesto el ojo en la farmacia.

Empezaron con los ataques a la Atención Farmacéutica, criticando que hubiera invasión de competencias por el seguimiento farmacoterapéutico y siguieron con el argumento absurdo de que la concertación de servicios con la farmacia es una privatización del Sistema Nacional de Salud. La única intención de este demagogo argumento consistía en obligar a los partidos de izquierdas a posicionarse junto a ellos ante la posibilidad de ser acusados de privatizar la sanidad. Estos ataques, coordinados por la Mesa de la Profesión Enfermeria, que une al Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería (Satse), se han venido reproduciendo en los últimos meses, cada vez con más fuerza.

Con su posición han colaborado a que PSOE y Podemos se hayan declarado en contra de la Ley de Farmacia de la Comunidad de Madrid a cuenta de la Atención Farmacéutica Domiciliaria (AFD) que en ella se recoge. También han logrado el apoyo de CCOO. Y, por otro lado, ha hecho tambalearse a la Consejería de Sanidad de Madrid, que ha dado pábulo a la denuncia presentada por Satse en contra de un proyecto de AFD desarrollada en el ámbito privado por la farmacia de El Boalo en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad, gobernado por el PSOE.

Pero, para el sindicato de Enfermería, Satse, esto no ha sido suficiente. La última ocurrencia y ataque a la farmacia ha venido en forma de la búsqueda de la liberalización de la propiedad de la farmacia. Según ha explicado el propio sindicato, ha trasladado a los grupos políticos del Congreso de los Diputados, una proposición de ley para que la propiedad de la farmacia no deba ser en exclusiva de los farmacéuticos. Pocas veces se ha visto un ataque tan directo y ruin de una profesión a las bases de otra.

No sé qué pretenden los enfermeros con ese ataque por tierra, mar y aire a la farmacia, una profesión hermana con la que deberían colaborar y que solo busca ampliar su horizonte profesional cubriendo un hueco que otros profesionales, como los mismos enfermeros, no quieren cubrir. Y todo ello, en beneficio de los pacientes y con el medicamento, como no podía ser de otro modo, como eje principal de actuación.

Pero lo que más me preocupa de todo el ataque de enfermería a la farmacia es que el falaz argumento de que cualquier servicio que preste la farmacia sea una ‘privatización’, está ganado adeptos como demuestra la posición de CCOO sobre la Ley de Farmacia de Madrid.

Creo que puede ser el germen de un movimiento que pueda sumar nuevos adeptos para cambiar la farmacia tal y como la conocemos y que, paradójicamente no busque la liberalización pedida por Satse, sino que avance en la dirección contraria para evitar esa absurda ‘privatización’. Y, de este modo, tras prescribir, también puedan dispensar desde los centros de salud.

Por todo ello, pero especialmente por los perjuicios que podrían sufrir los pacientes, espero que vuelva la mesura a los dirigentes de la profesión enfermera y que vuelvan a comportarse con la farmacia como lo que es: un profesional sanitario junto al que trabajar. Y no un competidor al que batir.


José María López Alemany es director de Diariofarma.

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Dr. Moreno
Dr. Moreno
6 años

¿Que lo enfermeros no quieren cubrir el seguimiento farmacoterapéutico domiciliario?...No solo sí queremos (falta a la verdad) sino que lo hacemos a diario en todos los municipios de España (cada domicilio tiene asignada a una enfermera por zona de salud, hasta zonas rurales recónditas). Los que se introducen en casa y labor ajena son ustedes, no nosotros. Ustedes dispensen, nosotros cuidamos.

Gonzalo
Gonzalo
6 años

Jose Maria. No son solo los enfermeros los que piensan asi.

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