Miguel Ángel Calleja, jefe de Farmacia del Hospital Virgen de las Nieves y presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), analiza el camino que aún queda por recorrer en el entorno sanitario público a la hora de establecer alianzas y modelos de gestión coordinados y eficientes. En el libro “10 temas candentes para la farmacia hospitalaria” publicado por la SEFH, pone de relieve las virtudes de las colaboraciones público-público y, a su vez, la necesidad de cambio en el modelo de gestión y trabajo profesional.
Prácticamente desde la creación del Sistema Nacional de Salud y, sobre todo, desde el trasvase de sus competencias a las comunidades autónomas, el debate sobre la centralización y la descentralización de la gestión ha estado encima de la mesa. Si bien una mayor centralidad, a priori, podría suponer un modelo más eficiente, la descentralización permitiría mayor contacto con el paciente. Partiendo de este punto, Calleja afirma que “centralizar determinados procesos logísticos o complejos acompañado de una adecuada red de distribución podría ser un éxito si va acompañado de una descentralización de profesionales para garantizar mayor cercanía con los profesionales y con el propio paciente”.
En este sentido, Calleja defiende que las alianzas público-público son infinitamente más eficientes que las que llevan a algún proceso de externalización. Sin embargo, se debe favorecer una esfera de colaboración entre los distintos centros, eliminar la competencia y poner a disposición de la red sanitaria pública todos los recursos, experiencias y conocimientos.
Este proceso de alianzas, además, no debería remitirse únicamente al ámbito estrictamente hospitalario o centros de atención sanitaria, sino que debe originar un modelo sanitario en el cual universidades, centros de investigación, profesionales trabajen en una misma dirección como parte de un todo. En este caso, la alianza público-público permitiría a los profesionales una mayor especialización y cualificación.
“Si un centro ha acordado con otros la realización de un tipo de fórmula en comprimidos oral, diseñaremos un plan de desarrollo académico, científico y curricular para el equipo que haciendo esta forma farmacéutica, tendrá menos habilidad para realizar otras”, ejemplifica Miguel Ángel Calleja.
En cuanto al ámbito puro de la gestión, Calleja cree que la disponibilidad de todos los recursos para toda la red “maximiza la eficiencia de las nuevas tecnologías al aumentar la producción y tiempo diario de uso de la misma”. Además, también abriría la puerta a una mayor facilidad para renovar la tecnología, al amortizar antes la inversión.
Para todo esto, concluye que conviene modernizar y dinamizar las estructuras organizativas de los centros, además de una apuesta clara de las instituciones por el sistema público.
Nicolas Gonzalez Casares: