Ante la creciente incertidumbre que generan las innovaciones terapéuticas, cada vez más numerosas -y caras-, José Luis Sánchez Chorro, ex Subdirector General de Farmacia del Servicio Extremeño de Salud, propone la doble estrategia de reducirla y repartirla, pacientes incluidos, y recuerda la noción, básica pero a veces olvidada, de que “sabemos que no sabemos qué resultado tiene el tratamiento”
En el último encuentro anual de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Sánchez Chorro recordaba que por cotidiana que sea, la incertidumbre es un concepto de difícil medición e incluso definición: “Esa coletilla de que la Medicina no es una ciencia exacta tiene en nuestro ámbito una crudeza notable, y no nos queda más remedio que utilizar incluso aquello que genera incertidumbre”.
“Funciona, funciona”
Con todo el respeto a los representantes de la industria farmacéutica, matizaba que en el discurso de éstos cada nuevo fármaco es la panacea. “Para ellos siempre va a funcionar, desde nuestra perspectiva no está tan claro, y a esto hay que añadir la incertidumbre derivada del propio paciente individual, su respuesta y sus necesidades particulares.
A su modo de ver, marcar una pauta es difícil, pero quizá lo sea aún más decidir quién asume la incertidumbre. Para repartirla están los techos de gasto, ARC… “y lo ideal sería también reducirla mediante la selección de pacientes y los IPT”. También se puede establecer que el precio sea diferente en función del tipo de pacientes, proponía.
“Quizá la mejor fórmula sería la combinación de ambas estrategias y, desde luego, buscar los resultados en salud para medir si realmente lo que hemos hecho está bien”, añadía.
Al repartir riesgo apuntaba la posibilidad de involucrar a los pacientes, que típicamente están cada vez mejor informados y están en condiciones de adoptar decisiones y, si lo consideran adecuado, asumir riesgos.
“Ofreces una terapia o apareces en los medios”
Sobre el farmacéutico de hospital –recordaba- recae sobre él la responsabilidad de la adopción de decisiones en un contexto de presiones considerables. Como explicaba, en su Subdirección se creó una comisión regional precisamente con el objetivo de aliviar parte de esa presión de los hospitales más pequeños. “Se presiona para que se incorporen nuevos medicamentos de forma inmediata, una presión que en ocasiones ejercen representantes políticos o facultativos ante las demandas de la sociedad en boca de los medios de comunicación”.
Sánchez Chorro indica que no sería responsable hacerlo sin intentar cuantificar la incertidumbre, lo cual consume tiempo. “Si hablando únicamente de factores clínicos la situación es compleja, cuando se consideran otros la incertidumbre es mayor si cabe”, indicaba: “Para dar respuesta adecuada a estas situaciones que se presentan en el día a día necesitamos disponer de medidas de la incertidumbre que nos sirvan para establecer criterios claros”.