Política

Facme ve necesario el APL de los Medicamentos aunque reclama plasmar el liderazgo clínico del médico 

Reclama “revisar algunos artículos” para asegurar una mayor participación de los médicos en las decisiones que afectan a su responsabilidad y competencia en la prescripción de medicamentos y productos sanitarios y el seguimiento de los pacientes.

La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) ha presentado sus alegaciones al Anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios. FACME considera oportuna y necesaria esta revisión normativa, y destaca que el texto incluye propuestas valiosas, especialmente en lo relativo al acceso temprano a medicamentos.

Entre las medidas que la federación valora positivamente se encuentra la posibilidad de establecer un sistema de financiación provisional, que permita el acceso precoz y equitativo en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) a determinados medicamentos, inmediatamente después de su autorización de comercialización y mientras se resuelve su financiación definitiva, en los casos en que se determine que existe beneficio clínico potencialmente relevante y existen pacientes en los que no es posible demorar el tratamiento.

En las alegaciones presentadas al ministerio de Sanidad, FACME también plantea la necesidad de situar a los médicos en los niveles de participación que les corresponden por su responsabilidad en el proceso asistencial. Así, se proponen cambios en tres ámbitos fundamentales. En primer lugar la evaluación de medicamentos y tecnologías sanitarias, donde Facme defiende que los médicos expertos en cada patología “participen activamente en los procesos de evaluación para la incorporación de nuevos fármacos y tecnologías al SNS y en la gobernanza del sistema”. 

Igualmente la Federación apoya la prescripción por principio activo y la selección de las opciones más eficientes para el SNS. Sin embargo, advierte de “los riesgos de las sustituciones en la farmacia, y reclama que, cuando el medicamento prescrito por el médico o el habitual y elegido por el paciente esté dentro de la horquilla de precios financiados, el farmacéutico deba dispensar ese medicamento concreto. Lo contrario, es decir, las sustituciones según disponibilidad preferente en la farmacia, puede generar errores de medicación, pérdida de adherencia y de confianza, y a veces problemas de seguridad clínica, todo ello sin suponer un ahorro que revierta al SNS”.

Finalmente, en relación al uso racional del medicamento, Facme considera que solo se alcanzará este objetivo “si se reconoce el papel central y líder del médico prescriptor”. La estrategia debe centrarse en dotar al médico de la información y herramientas necesarias, incluida la evaluación de resultados, en lugar de seguir recurriendo a medidas administrativas ajenas a la realidad clínica o al establecimiento de criterios de uso sin la necesaria participación médica.

Facme ha mostrado su su disposición a colaborar con el Ministerio de Sanidad para que la futura ley establezca un marco regulador moderno, riguroso y que refuerce la equidad y la eficiencia en el uso de medicamentos y productos sanitarios. El documento de alegaciones ha sido elaborado por el Grupo de Trabajo de Medicamentos de Facme y cuenta con el consenso de todas las sociedades médico-científicas con especialidad médica reconocida legalmente.

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