Opinión

Hay un problema en Revalmed

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma, sobre la composición de los nodos de Revalmed y la necesidad de incrementar la presencia de especialistas en áreas clínicas para asegurar una evaluación lo más adecuada posible..

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma.

El Ministerio de Sanidad, y concretamente la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia dirigida por Patricia Lacruz, ha dado un pequeño, pero importante, paso en avanzar en transparencia de los procesos vinculados a la financiación y fijación de precio de los medicamentos. Un paso reclamado hace unos días por tres sociedades científicas (Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH)), pero que solo puede quedar como el primero de otros muchos a dar.

Me refiero a la publicación del ‘Documento informativo sobre la financiación y fijación de precio de los medicamentos en España’, que más allá de la interesante información que aporta sobre estos procesos, ha permitido confirmar una circunstancia que era vox populi en el sector: la Red de Evaluación de Medicamentos del SNS (Revalmed) presenta déficits importantes en su composición.

El primero de ellos, que salta a la vista, es la falta de participación de los médicos en Revalmed. Solo 40 de los 143 expertos de Revalmed (28%) son médicos especialistas en áreas clínicas. Esta cifra contrasta con la participación de farmacéuticos de hospital; que, con 95 expertos (66% del total), son el colectivo con mayor presencia en los procesos de evaluación de medicamentos. Más allá de la evidente ausencia de algunas especialidades, hay otras como la dermatología o nefrología que solo cuentan con un experto para participar en la evaluación de los informes de posicionamiento terapéutico (IPT). Y existen dos nodos, como los de patología cardiovascular y factores de riesgo cardiovascular o aparato respiratorio que solo cuentan con dos especialistas, pese a la importancia de ambas áreas por haberse asignado un nodo entero a las mismas.

Yo no voy a negar relevancia de la aportación de los 95 farmacéuticos de hospital en los nodos. Seguro que es importante e incluso imprescindible. Pero, lo que creo que supone una carencia esencial, es la falta de médicos especialistas en número suficiente como para asegurar que el análisis de la información de cada IPT se realiza de la manera en que es necesario evaluar toda esta información. Incrementar el número de especialistas en cada área permitirá mejorar el conocimiento general de Revalmed y aumentará las probabilidades de que el análisis de cada medicamento cuente con la visión de un experto en el ámbito concreto del medicamento más allá de la más general de una especialidad.

Otro aspecto que me llama la atención, y del que pocas veces se ha hablado, es la distribución geográfica de los expertos que forman parte de Revalmed. A simple vista es llamativo que Cantabria o Asturias tengan más expertos que Andalucía o Madrid. Según los datos publicados por Sanidad, ocho comunidades autónomas (Asturias, Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha; Extremadura; Navarra y La Rioja), han aportado un total de 74 expertos, lo que supone el 51,7% del total, cuando su población solo alcanza los 9,1 millones de habitantes, el 19,45% del total de España. Por el contrario, las regiones más grandes como Andalucía, Cataluña, Madrid y País Vasco, con el 53% de la población, solo suman 41 expertos, lo que supone el 28,6%.

Revalmed: desequilibrio profesional y territorial en los expertos de los IPT


¿Dónde está el problema que genera estas evidentes distorsiones en la constitución de los nodos de Revalmed? ¿Por qué los farmacéuticos ven como un incentivo participar en Revalmed y los médicos no? ¿O es que las comunidades prefieren no contar con los clínicos e impulsan a los farmacéuticos? ¿Cómo es el proceso de propuesta y designación de miembros de los nodos de Revalmed? ¿Hay algún tipo de boicot por parte de esas comunidades grandes, que no aportan sus expertos, para reservarlos y hacer sus propias evaluaciones? ¿Es casual que los mayores apoyos sean de comunidades gobernadas por el PSOE? ¿Hay boicot por las comunidades no socialistas, que hacen como que sí, pero no? Cabe señalar que el caso de la Comunidad Valenciana, que siendo socialista no participa de forma proporcional a su peso, desmontaría esta hipótesis.

En cualquier caso, lo que está claro es que la situación no puede deberse a un efecto aleatorio, por lo que es necesario buscar explicaciones. Hace falta despejar estas incógnitas; pero, más que eso, es necesario que cada parte asuma su responsabilidad con el sistema. Las comunidades autónomas, especialmente las grandes, deben apoyar la red para hacerla más potente y que los recursos de los que disponga sean los adecuados. No hay que olvidar que sus decisiones afectan a todo el SNS, a todos los médicos y a todos los pacientes. Pero; si, por el contrario, lo que ocurre es que esas comunidades no creen en el modelo, deberían explicarlo.

Por otro lado, también considero imprescindible que los profesionales clínicos den un paso al frente para ofrecerse a evaluar los medicamentos y formar parte de los nodos de Revalmed. Aquí, las sociedades científicas se han ofrecido de forma continua, pero también deben propiciar que los expertos, a título personal, den esos pasos. Y si, pese al extraordinario déficit de expertos existente, las comunidades no aceptan su colaboración y no los proponen para participar en los nodos, los profesionales deberían denunciar esta situación.

Más allá, creo que también ayudaría a resolver esta insostenible situación establecer una remuneración, directa o indirecta, a los participantes en los nodos por ese esfuerzo adicional que realizan, de forma que se ayude a profesionalizar un poco más esta importante tarea.

Por todo ello, desde aquí hago un llamamiento a las comunidades autónomas más grandes, como ya han hecho las pequeñas, a las sociedades científicas, así como a los propios profesionales, a que asuman su responsabilidad de dotar a Revalmed de los mejores expertos de los que el Sistema Nacional de Salud se pueda permitir. Nos jugamos mucho ya que un análisis incompleto o incorrecto de un medicamento puede suponer tomar decisiones erróneas y, por tanto, negar oportunidades de tratamiento a muchos pacientes, con incalculables consecuencias. Es una obligación de todo el sistema asegurar que los IPT sean lo más rigurosos posible y eso solo se consigue con los mejores evaluadores implicados. 

Además, como es lógico, si los nodos de Revalmed se dotan con un mayor número de profesionales, será posible acelerar su trabajo, de forma que los IPT no se conviertan en un cuello de botella para la financiación de los medicamentos y, por tanto, para el acceso a los mismos por parte de los pacientes.

Y como el origen del documento es aportar más transparencia, lo cual siempre es bueno, aprovecho para plantear nuevos avances en la materia. Creo que haría bien el Ministerio, y las comunidades autónomas, en leer en profundidad las propuestas que realizaron SEFH, SEHH y SEOM y dar pasos en muchas de las ideas planteadas ya que benefician a todo el sistema. Además, y aprovechando que ya se conoce la estructura general de los expertos que forman parte de Revalmed, se debería continuar por incorporar a cada IPT, como mínimo, el perfil de los expertos que han participado en su elaboración y revisión.

La transparencia es un ejercicio difícil al principio, pero es la garantía de que las cosas se hacen con la convicción de intentar hacer lo mejor posible. Además, más allá de ser una obligación legal, es un derecho de los administrados, tanto agentes interesados como pacientes y sociedad.


José María López Alemany es director de Diariofarma.

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