Política

Subastas: ¿Por qué el SAS ‘pasa’ de los desabastecimientos? Cobra lo mismo

El Servicio Andaluz de Salud cobra de los laboratorios adjudicatarios suministren o no. Por ello, el SAS no tiene ninguna prisa por solucionar los casos de desabastecimiento que se produzcan ni por denunciar los convenios de las subastas.
Extracto de la carta remitida por el Defensor del Pueblo a Afarán, en relación a la queja por el desabastecimiento de las subastas andaluzas
Extracto de la carta remitida por el Defensor del Pueblo a Afarán, en relación a la queja por el desabastecimiento de las subastas andaluzas

A lo largo de los últimos cinco años, con diez ediciones de subastas de medicamentos a las espaldas, hemos asistido con incredulidad y enojo a las continuas denuncias sobre los desabastecimientos que se producían en Andalucía. No era fácil entender por qué al Servicio Andaluz de Salud (SAS) parecía darle igual la situación de falta de suministro y que siguiera adjudicando lotes a compañías que no han tenido un suministro óptimo, o ni siquiera adecuado, durante mucho tiempo.

La respuesta a esta cuestión, más allá de no criticar su propia medida, está en que el SAS no perdía nada. A pesar de que una compañía adjudicataria no sirva una determinada presentación, el SAS cobra lo que tenía previsto ya que el laboratorio paga la misma cuantía de mejora por cada unidad dispensada de la agrupación homogénea que le correspondiera, independientemente de que el medicamento dispensado sea el suyo o el de otra compañía de genéricos diferente, a causa del desabastecimiento. Eso sí, aún falta por conocer dónde, en qué partida, se ingresan esas cuantías, que es otra de las dudas que generan las subastas.

La existencia de este cobro, independientemente del abastecimiento, ha sido explicado por el SAS al Defensor del Pueblo en el marco de la queja presentada por la Asociación de Farmacias de Andalucía (Afarán) por los continuos desabastecimientos de la subastas, según consta en un escrito al que ha tenido acceso Diariofarma. De este modo, el organismo andaluz explica que en caso de desabastecimiento “se prevé la dispensación de otro preparado comercial con idénticas características y la penalización a los laboratorios”. Una penalización que consistiría en seguir cobrando de las compañías adjudicatarias de las subastas las cuantías de mejora ofertadas, “como si se hubiesen dispensado los medicamentos seleccionados”.

El-podium-del-desabastecimiento-de-las-subastas20170225Por todo ello, el SAS no tendría ningún incentivo para cambiar la situación actual y, de este modo, se explicarían los motivos por los que no muestra preocupación por los continuos casos de desabastecimiento que se producen de forma habitual en las farmacias de la región. Asimismo, sería el motivo por el que  se empeña en minimizarlos, e incluso negarlos, haciendo referencia al registro de suministro de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps). Registro que solo es obligatorio en caso de que la falta de suministro vaya a generar una laguna terapéutica, algo que en el caso de los medicamentos de la subasta, con múltiples genéricos autorizados, no se puede dar nunca.

En relación a los laboratorios adjudicatarios, cabe destacar que mientras asuman ese pago como penalización, evitan la resolución del contrato y mantienen la exclusividad cuando tengan producto disponible. Algo que les compensaría siempre que se trate de desabastecimientos puntuales, o en casos de mejoras ofertadas de pequeña cuantía.

 

Petición de datos

En relación a los desabastecimientos denunciados por Afarán, el Defensor del Pueblo pide a esta asociación que aporte “datos concretos sobre los desajustes en la distribución de medicamentos específicos que hayan dado lugar a casos de desabastecimiento, así como sobre la duración temporal de estas situaciones” para poder continuar con las actuaciones iniciadas una vez admitida a trámite la queja.

Los representantes de Afaran con la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril
Los representantes de Afaran con la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril

Igualmente, la oficina de Soledad Becerril, pide a los farmacéuticos que les faciliten “pruebas documentales de otros eventuales perjuicios que el referido sistema esté ocasionando”.

Aparte de estas peticiones, el Defensor del Pueblo expone los argumentos que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha trasladado en relación a la queja presentada. La Consejería señala la “capacidad de los facultativos de Andalucía para prescribir por marca o denominación todos los preparados comerciales incluidos en el nomenclátor oficial del Ministerio”.

Más allá, y como no podía ser de otro modo, la consejería dirigida por Aquilino Alonso, pone de manifiesto que los medicamentos dispensados “tienen su calidad controlada y garantizada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios”.

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