Sí a la dispensación de DHDH en farmacias, pero falta la fórmula

La mesa redonda sobre medicamentos de Diagnóstico Hospitalario de Dispensación Hospitalaria (DHDH), denominados en Cataluña Medicamentos Hospitalarios de Dispensación Hospitalaria (MHDA), a pesar de que reveló que los distintos agentes de la farmacia están de acuerdo en colaborar conjuntamente para hacer posible que este tipo de especialidades vuelvan a la oficina de farmacia, también puso de manifiesto que no se ha dado aún la fórmula para su desarrollo.

Es decir, que los representantes de la oficina de farmacia, la hospitalaria, la asociación de pacientes, el Servicio Catalán de Salud y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios coincidieron, en que hay que estudiar un modelo para que la oficina de farmacia puedan dispensar estos medicamentos, pero faltó por concretar de qué modo.

Cualquier sistema a implantar debe ir más allá de la mera dispensación e integrar también una Atención Farmacéutica y seguimiento farmacoterapéutico, apuntó Maria Antònia Mangues, directora del Servicio de Farmacia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. A su parecer, es necesaria una intervención farmacéutica que haga frente al impacto de la falta de adherencia y el uso incorrecto de los medicamentos.

Opina que cualquier cambio tiene que hacerse a través de sistemas integrados de farmacia asistencial, que tengan como pilares la formación y la información clínica compartida, y debe buscar mejores resultados clínicos, al tiempo que tiene que ser sostenible. Considera además que es necesario que la farmacia hospitalaria y comunitaria trabajen para definir un modelo de colaboración, antes de que alguien imponga otro sistema.

Motivos economicistas

Para el presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña, Jordi de Dalmases, la salida de estos medicamentos de la oficina de farmacia responde a razones economicistas, cuando cualquier medida que ataña a la prestación farmacéutica debe basarse sobre todo en las necesidades del paciente.

Según ha expresado, la extensa red de oficinas de farmacia y su accesibilidad obligan a buscar fórmulas nuevas para la dispensación de estos medicamentos, con un sistema adecuado de financiación, en los productos donde no exista una razón clínica que justifique su dispensación en el hospital. En su opinión, la farmacia comunitaria sabe responder positivamente si se le dan las herramientas y la formación adecuada.

Josep Torrent, jefe del Área del Medicamento del Servicio Catalán de Salud, apuesta por la coordinación entre farmacia hospitalaria y comunitaria, que deben trabajar conjuntamente con médicos y enfermeros. En su opinión, cualquier nuevo servicio a implantar en la oficina de farmacia debe estar basado en la formación y la acreditación de competencias.

Afirma que hay otros terrenos actualmente en el ámbito hospitalario a explorar en los que la farmacia comunitaria podría tener un papel activo, como es la nutrición parenteral y la dispensación de biosimilares. En el caso concreto de la dispensación de medicamentos hospitalarios de dispensación ambulatoria, propone que sea el propio paciente quien decida si retirar su medicación en el hospital o en la oficina de farmacia.

Ramon Palop, jefe de la Unidad de Apoyo a la Dirección de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), ha recordado que el Ministerio de Sanidad tiene la mano tendida al Consejo General de Colegios de Farmacéuticos en torno a la realización de una propuesta para retornar algunos de estos medicamentos a las oficinas de farmacia.

En representación de los pacientes ha hablado Carme Sabater, presidenta de la Coordinadora de Usuarios de la Sanidad, que defiende la dispensación de DHDH en la farmacia comunitaria sobre todo por su accesibilidad y porque el farmacéutico posee una relación muy cercana con los pacientes, basada en la confianza y el conocimiento sobre sus problemas de salud y la medicación que toma, lo que incide positivamente sobre la adherencia.