Opinión

Farmacias ‘millenials’ y conciencia fiscal

Artículo de opinión de Juan Antonio Sánchez, socio director de Taxfarma.

Artículo de opinión del experto en fiscalidad Juan Antonio Sanchez, Socio Director de TAXFARMA

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Una vez que hemos superado, como decíamos en nuestra última colaboración en Diariofarma.com , el “momentazo fiscal” anual de la oficina de farmacia, con la presentación del impuesto por excelencia (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) toca, como casi siempre después de algo importante, sacar conclusiones.

Y, además, cuando la edad del que suscribe este artículo (y también claro del que lo lee) sigue inexorablemente su camino, siempre es un buen ejercicio mirar de reojo al pasado para confirmar la evolución de la conciencia fiscal de los titulares de oficinas de farmacia en nuestro país en los últimos 50 años (casualmente la edad del que les escribe).

Parece que fue ayer, cuando en la declaración de renta de un farmacéutico de…1978, se aplicaba un tipo marginal del……¡¡65,51%!!. Si la base imponible (hablando entre farmacias, el resultado anual de la botica) superaba las 9.800.000 pesetas (lo que hoy serian 58.899€). Digamos que eso si que era “confiscatorio”.

También es cierto que los sistemas y herramientas de control tributario que disponen hoy en día, los inspectores de hacienda no son los que prevalecían en el siglo pasado.

La irrupción de las tecnologías de la información no cabe duda de que ha ido facilitando, en cierta forma, un acceso por parte de los contribuyentes (entre ellos las oficinas de farmacia) a una “cultureta fiscal” que ha ido avanzándose hasta nuestros días. Un último ejemplo que podemos mencionar son las recientes listas de “morosos fiscales” emitidas por la Agencia Tributaria, que entiendo pretenden, mediante el acceso libre en cualquier buscador en Internet, de cierto escarnio ante la opinión publica.

Analizando el comportamiento y actitud tributaria de la oficina de farmacia en los últimos años, he podido hacerme eco de un progresivo interés del farmacéutico, no solo en conocer “lo que esta declarando” en su IRPF anual, sino, lo más importante, una creciente valoración de lo que puede aportar una planificación fiscal activa, en la factura anual al fisco de este sector empresarial.

La piedra de toque del anterior párrafo lo supone el éxito creciente que están teniendo los másters, posgrados o cualquier tipo de formaciones encaminadas a optimizar la gestión empresarial de la oficina de farmacia. Y evidentemente, la fiscalidad esta dentro de los inputs necesarios para un control económico de la botica. El acceso a la información fiscal y empresarial de la farmacia de una forma digital ha facilitado muchísimo la toma de decisiones de las farmacias, que incluyen dentro de sus quehaceres anuales, una dedicación a “los impuestos”.

Y entrando en la nueva generación de farmacéuticos millenials, nos encontramos gente mas preparada empresarialmente que exprimen su formación, dejando hueco claro a las cuestiones impositivas. Y lo hacen porque consiguen un resultado a corto plazo: bien anticipando o previendo su fiscalidad, bien explorando las oportunidades de ahorro tributario que la legislación les ofrece.

De recibo también hay que mencionar que no solo los millenials muestran este interés por la materia fiscal, sino que esta actitud ha mimetizado al resto de farmacéuticos, que se han visto abocados a guardar un tiempo anual de dedicación, a estos menesteres

Hace ya mucho tiempo, un farmacéutico con mucha experiencia profesional y empresarial me comentaba: …” yo me ocupo de estar actualizado en la normativa fiscal que afecta a la farmacia, pero…lo único cierto al final, es que, de los cuatro trimestres del año, uno trabajo para Hacienda”.

La verdad, es que, pese al paso de los años, esta premisa se mantiene por lo que planificación fiscal protagoniza, en la actualidad, un nicho importante dentro del futuro económico de la farmacia en nuestro país.

Harina de otro costal, es trabajar la fiscalidad en un país, como en el nuestro, en el que la estabilidad normativa, al menos en el “caballo de batalla” de la oficina de farmacia (el IRPF) no da pie para una previsión de mas de varios ejercicios fiscales.


Juan Antonio Sánchez.

Economista Asesor Fiscal. Colegiado 7654.

Socio Director TAXFARMA. www.taxfarma.com

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