Farmaindustria ha celebrado hoy, 26 de junio, su Asamblea General Ordinaria, y su presidente, Jesús Acebillo, ha lanzado al resto de representantes de los laboratorios varios mensajes de interés. De su discurso, destaca la defensa que ha hecho del sector farmacéutico, por su compromiso con el SNS, su apuesta por la transparencia y la aportación a la salud de la población en forma de innovación terapéutica, fruto de su labor intensiva de I+D.
Acebillo ha comenzado haciendo un barrido por las diferentes incertidumbres que han emergido en la esfera internacional, poniendo como ejemplos el Brexit o el desalineamiento de Estados Unidos respecto del resto de países occidentales desde la llegada de Donald Trump a la presidencia. Ya en el plano nacional, ha remarcado la "notable robustez económica" de España, "con un crecimiento que se aproxima al 3%, lo que alivia tensiones y facilitaría la gestión del déficit y el cumplimiento de nuestro Convenio con el Gobierno", aunque ha puesto de manifiesto la preocupación del sector ante la "actual debilidad político-institucional española, con partidos en transición y sin mayorías claras de consenso", lo que, en su opinión, "puede condicionar la toma de decisiones y abocar a un equilibrio ciertamente inestable".
Dentro de este contexto, Acebillo ha destacado el compromiso social de la industria y su apuesta por el diálogo con Hacienda y Sanidad para mantener controlado el gasto farmacéutico, que terminó con la firma, en el mes de diciembre, de la renovación del Protocolo de Colaboración, ahora bajo la figura de Convenio. En esta misma línea, ha avanzado que mantendrán esta política de acercamiento de cara al impulso final del Real Decreto de Precios y Financiación, así como para la promoción que el Gobierno quiere hacer de las compras centralizadas. En este ámbito dicen estar "colaborando con Sanidad para establecer un sistema que incentive la participación voluntaria de las compañías, sin exclusión del resto". Tal importancia le dan que es la prioridad para los próximos meses.
Junto a estas cuestiones, y mirando más al medio-largo plazo, mostró el compromiso de las compañías para ahondar en el conocimiento, con objetividad y rigor, sobre "el impacto que generan las nuevas innovaciones farmacológicas en términos económicos, sociales, de calidad de vida para el paciente y de ahorro para el sistema". Por eso abogó por el desarrollo de sistemas analíticos en el SNS, que sean capaces de medir las dimensiones claves de cada intervención sanitaria, la base para demandar "decisiones eficientes y justas".
Defender el valor de la innovación
Esta apuesta por la sostenibilidad del SNS, en el caso de Farmaindustria, va ligada a una defensa férrea del valor de la innovación farmacéutica, que para Acebillo es lo mismo que "defender un modelo de investigación e innovación disruptiva que está transformando radicalmente la vida de muchos pacientes y, por ende, la evolución de muchas enfermedades, viviendo como nunca antes un nuevo Renacimiento de la Medicina". Por eso, ha dicho, "defender nuestro sector es defender un sector de vanguardia, generador de riqueza y empleo cualificado y con fuerte capacidad de arrastre para el conjunto de la economía. Es defender el sector de la biotecnología, un sector clave que ejemplifica como ningún otro la cuarta revolución industrial en la que estamos inmersos a nivel global".
También en el ámbito del compromiso social, pero en otro plano, incluyó la apuesta sectorial por la transparencia, así como los esfuerzos de las empresas en materia de responsabilidad corporativa, área a la que quieren dar también publicidad en los próximos meses. En lo que respecta a la transparencia, hizo referencia a las dificultades derivadas de la apuesta de Farmaindustria por individualizar las transferencias de valor a profesionales sanitarios, que les habría generado, señaló, "un desencuentro con algunos líderes de sociedades científicas, puesto que se sienten incómodos por cómo les puede afectar socialmente". No obstante, mostró su satisfacción por el hecho de que las dudas obre la fiscalidad se hayan resuelto con el compromiso del Ministro de Hacienda de reformar el reglamento del IRPF, aunque admitió que "el debate trasciende la tributación y toca a la transparencia en sí y a la formación de los profesionales sanitarios".
Para terminar, el presidente de Farmaindustria, dentro de los límites de la prudencia y la objetividad que les han pedido el Ministerio de Sanidad y la Efpia, respectivamente, se mostró convencido "de la adecuación de Barcelona" como futura sede de la EMA. "Y no ya solo en los aspectos de infraestructuras, de calidad del sistema sanitario o de calidad de vida, sino porque es la opción preferida por los propios funcionarios de la EMA, aspecto clave, puesto que reduciría en gran medida la eventual pérdida de talento que podrían implicar otras opciones", concluyó.