La nueva consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, tiene muy claro donde poner el foco para conseguir el mayor reto que se ha propuesto: elevar la salud de la población de Castilla y León, tal y como ha explicado en una declaración a los medios justo después de tomar posesión este miércoles en Valladolid.
Para conseguir ese reto, actuará en dos polos, por un lado la mejora de la salud comunitaria y la salud pública y, por otro, sobre el sistema sanitario.
En relación con este último, Casado ha asegurado que va a actuar para hacer que el sistema sanitario “sea lo más efectivo posible, eficiente posible, que haya eficacia de nivel y que lo que se pueda resolver en atención primaria no pase a atención secundaria, y haciéndolo con equidad mejorando la accesibilidad geográfica, económica y organizativa”.
Además, Casado ha explicado que quiere conseguir que los usuarios y pacientes estén satisfechos y contentos y que el sistema sea sostenible. Para ello, ha asegurado que intentará “tener más financiación ya que los retos son importantes”.
Para la nueva consejera también es importante trabajar por la motivación de los profesionales, que están ahora “un poco desmotivados” ya que es la “primera línea de los que hacen posible que mejore la salud y se cure la enfermedad”.