“Hacen falta nuevas soluciones en materia de gestión que optimicen el acceso y el uso adecuado de los medicamentos y, por tanto, maximicen la eficiencia de la farmacoterapia”. Esta fue una de las reflexiones que Francisco J. Fernández, director general del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), que realizó durante su participación en la jornada de debate Del gasto a la investigación: el medicamento en la gestión de los Centros Sanitarios, un foro celebrado por la Fundación para la Investigación en Salud (Fuinsa) en Madrid dentro de su ciclo Impacto del coste del medicamento en la Sanidad.
En esta jornada, diferentes expertos y profesionales debatieron sobre la necesidad de optimizar el uso de los medicamentos a través de la coordinación interprofesional, la protocolización, la apuesta por políticas comunes, la precisión en los diagnósticos y el trabajo para conseguir la máxima efectividad en la toma de decisiones.
En la mesa de debate, presentada por Alfonso Moreno, presidente de Fuinsa, y moderada por Emilio Vargas, patrono de la Fundación, participaron, junto a Fernández, Carolina González-Criado, farmacéutica de Atención Primaria del Centro de Salud San José-A Coruña; Sara Catraín, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, y Verónica Casado, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y exconsejera de Sanidad de Castilla y León.
El director general del COFM mostró la perspectiva desde la oficina de farmacia, defendió su alto valor sanitario y social y afirmó que “es necesaria una mayor integración de la red de farmacias en las estrategias del sistema sanitario" para “no desatender necesidades reales de la población” y para “no perder calidad y eficiencia” en la prestación sanitaria.
Además, remarcó que la capilaridad de la red nacional de farmacias, formada por más de 22.200 oficinas y en la que trabajan más de 55.200 farmacéuticos, permite que sea “el recurso sanitario más cercano y accesible para la población” y crítico para asegurar el acceso a los tratamientos con las máximas garantías de seguridad, proximidad y equidad.
“Los medicamentos son un instrumento clave de la asistencia sanitaria y fenómenos como el envejecimiento, la cronicidad y la polimedicación exigen seguir avanzando en el uso adecuado del medicamento”, aseguró Fernández, que subrayó además que para alcanzar la máxima eficiencia terapéutica “es imprescindible la coordinación y colaboración continua de los distintos niveles asistenciales y agentes sanitarios, incluidos los pacientes”.
Durante el debate, los distintos ponentes coincidieron en propuestas como ver el coste de los medicamentos como una inversión y no como un gasto, promover la prevención a través de hábitos saludables, dejar atrás el modelo de atención reactivo para pasar a uno proactivo que permita un abordaje óptimo de la cronicidad y avanzar hacia criterios cada vez más consensuados que permitan hacer un uso más racional y eficiente de los tratamientos.
“La movilización de todos los recursos sanitarios disponibles, y entre ellos la red de farmacias, la protocolización y la coordinación -insistió Fernández-, son elementos clave para garantizar un uso adecuado y extraer la mayor eficacia y eficiencia de los medicamentos y la atención sanitaria”.