El Gobierno ha publicado una Guía de Buenas Prácticas para prevenir contagios en centros de trabajo, coincidiendo con la reactivación de algunas actividades no esenciales, principalmente aquellas en las que sea posible el teletrabajo y solo para aquellos trabajadores que no presenten sintomatología ni hayan tenido contacto con personas afectadas por el virus, ni tampoco los incluidos en los grupos de población vulnerable a la enfermedad por Covid-19. La guía recoge medidas en el ámbito de la higiene y el mantenimiento de la distancia interpersonal para aplicar antes, durante y después de la asistencia al trabajo.
En lo que respecta a los desplazamientos al lugar de trabajo, se recomiendan los que no supongan la agrupación con más personas, garantizando siempre la importante distancia interpersonal de dos metros y, si se usa transporte público, también el uso de mascarillas que serán repartidas en los puntos de mayor confluencia. En caso de elegir turismos o VTC, instan a extremar las medidas de limpieza y evitar que viaje más de una persona por cada fila de asientos.
En los centros de trabajo se llama a la planificación de las tareas, las entradas y las salidas para poder mantener la distancia interpersonal recomendada y evitar aglomeraciones en las zonas comunes. De hecho, añaden, "la reincorporación a la normalidad de aquellas actividades que comporten riesgo de aglomeración debe producirse en último lugar".
En empresas o establecimientos abiertos al público deberán implementarse medidas para minimizar el contacto entre personas trabajadoras y el público, como aplicar un aforo máximo, controlar el acceso en las entradas. Además, se recomienda también facilitar equipos de protección individual cuando los riesgos no puedan evitarse.
Cuando el espacio de trabajo no permita mantener la distancia interpersonal, se deberán escalonar los horarios de trabajo, en la medida de lo posible y, en todo caso, se recomienda facilitar el teletrabajo y las reuniones por videoconferencia, evitándose además todos los desplazamientos de trabajo que no sean esenciales.
La guía señala que "no es imprescindible" usar mascarilla durante la jornada laboral siempre que sea posible mantener la distancia interpersonal.
Las empresas deben informar al personal de las recomendaciones sanitarias que deben seguir de forma individual, y proveerles de productos de higiene necesarios (jabón, solución hidroalcohólica y pañuelos desechables), además de acometer tareas de higienización diaria reforzada con productos autorizados por el Ministerio de Sanidad para desinfectar. En cuanto al aprovisionamiento del material de protección, especialmente guantes y mascarillas, será también responsabilidad de las empresas.
Se insta a fomentar el teletrabajo en trabajadores pertenecientes a los grupos de riesgo y, cuando no sea posible, podrán solicitar una valoración de su facultativo de Atención Primaria.
Se aconseja a las empresas desarrollar un plan de contingencia identificando el riesgo de exposición al virus de las diferentes actividades y adoptando medidas de protección en cada caso, así como protocolos para la protección de la plantilla y de los empleados o empleadas que manifiesten síntomas.
A los trabajadores se les aconseja evitar el uso compartido de equipos y, cuando esto no sea posible, desinfectarlos siempre antes de usarlos si es posible. "Si no lo es, hay que lavarse las manos inmediatamente tras su uso", la guía, donde se insiste en la necesidad de no tocarse los ojos, la nariz y la boca. Especialmente importante es lavarse después de toser o estornudar o tras tocar superficies potencialmente contaminadas.
En el lugar de trabajo se recomienda también la ventilación periódica en las instalaciones, al menos de forma diaria y por espacio de cinco minutos, además de reforzar la limpieza de los filtros de aire y aumentar el nivel de ventilación de los sistemas de climatización.
En cada cambio de turno es necesario limpiar el área de trabajo usada por un empleado. Para ello, el personal de limpieza asignado a estas tareas debe tener una correcta protección, realizando todas las tareas con mascarilla y guantes de un solo uso, además de disponer de los detergentes habituales, pues son suficientes, aunque también se pueden contemplar la incorporación de lejía u otros productos desinfectantes a las rutinas de limpieza, siempre en condiciones de seguridad.
Una vez finalizada la limpieza, y tras despojarse de guantes y mascarilla, el personal de limpieza debe realizar una completa higiene de manos, con agua y jabón, al menos 40-60 segundos. En cuanto a sus uniformes de trabajo, serán embolsados y cerrados, y se trasladarán hasta el punto donde se haga su lavado habitual, recomendándose un lavado con un ciclo completo a una temperatura de entre 60 y 90 grados.
La gestión de los residuos ordinarios seguirá realizándose del modo habitual, pero los pañuelos desechables que el personal emplee para el secado de manos o para el cumplimiento de la "etiqueta respiratoria" deberán ser desechados en papeleras o contenedores protegidos con tapa y, a ser posible, accionados por pedal. En caso de que un trabajador presente síntomas mientras se encuentre en su puesto de trabajo, será preciso aislar el contenedor donde haya depositado pañuelos u otros productos usados.
Los trabajadores deberán mantener todas las medidas de seguridad al regresar del centro de trabajo a sus domicilios, manteniendo las distancias y las medidas de higiene en el hogar, máxime si conviven con personas de grupos de riesgo.