José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y ex secretario general de Sanidad y ex portavoz de Sanidad del PSOE; Carlos Mur, director general de Coordinación Sociosanitaria de la Consejería de Sanidad, y Olga Delgado, presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, participaron como ponentes en un webinar organizado por BioInnova Consulting, con el patrocinio de CSL Behring, e hicieron repaso sobre los que, para ellos, son los principales aprendizajes extraídos de la pandemia y cómo se pueden aplicar en la necesaria reconstrucción de un sistema sanitario que ha sufrido un auténtico terremoto en los últimos dos meses y medio.
La visión más política la aportó Martínez Olmos, quien se mostró esperanzado en que, de cara a la reconstrucción de la sanidad, la confrontación ideológica que se está viendo en el país se pueda dejar a a un lado. Considera que en Sanidad "las diferencias son menores" y que existe una "oportunidad" para, en el marco de la Comisión creada para restaurar la actividad del país, se consiga acordar "el refuerzo de la Sanidad y de la Salud Pública".
Estima que, en la respuesta a la pandemia, aspectos como el desconocimiento sobre "una enfermedad nueva, con el foco inicial puesto en China, con posibles ocultaciones de información" podrían haber servido como "condicionantes" para la infravaloración inicial". Ya puestos en faena, opina que, además de éstos, otros aprendizajes de valor tienen que ver con la necesidad de disponer de una reserva adecuada de materiales de protección, de instalaciones de UCI y de sistemas de vigilancia epidemiológica adecuados.
La merma en estos últimos la achaca al "deterioro" que han sufrido las estructuras de Salud Pública, "por parte de los gobiernos centrales y autonómicos", lo que va a obligar ahora a "un esfuerzo para rearmar estos sistemas". Subraya que se vieron "algunas deficiencias" en la gestión de la listeriosis, por lo que en pocos meses ya se han acumulado experiencias para saber "qué cambios nos pueden ayudar a gestionar futuras crisis sanitarias, ya sean locales, o globales".
En materia de Sanidad, considera que el principal desafío está en dar respuesta al retraso de las intervenciones programadas. Considera que sería positivo, en este sentido, "adoptar un plan de choque, en colaboración con el sector privado, para recuperar el tiempo perdido". Igualmente imprescindible considera reforzar la atención a la cronicidad, con una mejor coordinación sociosanitaria y con la ayuda de las tecnologías, reforzar la Atención Primaria, y una adoptar "una política de recursos humanos que refuerce el trabajo bien hecho y la calidad asistencial", así como incorporar a los pacientes a la toma de decisiones.
Mur se mostró bastante alineado con Martínez Olmos en varias cuestiones. La primera, "la necesidad de dar a la Salud Pública, incluida la prevención, la promoción de buenos hábitos y la salud laboral, la relevancia que tiene". Asimismo, se mostró convencido de que la digitalización de la medicina "podría ser útil en un 50-60% de las consultas", y confirmó que herramientas y plataformas que antes se miraban con recelo "se han empezado a aceptar para hacer frente a la pandemia" y se mostró convencido que algunos de estos sistemas "han venido para quedarse".
De cara a la gestión del aumento de la demanda por la confluencia de casos de Covid-19, hasta que se extinga la pandemia; la recuperación de las intervenciones programadas y la atención a pacientes no Covid-19 con procesos urgentes que se vieron detenidos, así como los problemas de salud mental que están comenzando a verse, como estrés postraumático o ansiedad, que se verá agravada por la crisis económica, opina que se van a necesitar "sistemas de apoyo para ser efectivos en la contención la demanda". Por un lado, hizo referencia a la telemedicina. Por otro, a "la colaboración de todos los agentes sanitarios" y la "derivación a terceros, mediante acuerdos de colaboración público-privada". Además, la apuesta por la eficiencia, aplicando medicina basada en valor y dejando de practicar intervenciones que se revelen ineficaces, le parece ineludible.
Oportunidades para la Farmacia Hospitalaria
Finalmente, Olga Delgado, señala que los principales retos en el ámbito de la Farmacia Hospitalario han estado en la gestión de existencias, ya que ha habido momentos en los que se vieron "sin medicamentos", en la respuesta logística a hospitales creados ah hoc, como el de Ifema, o en la asistencia a pacientes externos para evitar desplazamientos a los hospitales, fruto de lo cual se ha extendido una red de telefarmacia que, opina, "no tiene marcha atrás". Sobre el modelo, admite que habrá que discutirlo, pero "sin perder la referencialidad del FH como responsable de estos circuitos".
Otra cosa que se ha ganado, subraya, es la autonomía de muchos servicios de Farmacia para la elaboración propia de soluciones hidroalcohólicas, que llegaron a escasear en su día, y la mentalidad de trabajo en red con otros hospitales para racionalizar entre todos la demanda de medicamentos y "no hacer acopios excesivos".
Su conclusión es que la Sanidad "ha salido reforzada", y la Farmacia Hospitalaria, como profesión, también, por su capacidad de adaptación. No obstante, considera que se ha dejado ver la necesidad de mejorar la integración con los servicios sanitarios en lo que respecta a compartir datos, y también de que exista un Ministerio de Sanidad "más fuerte, con más músculo para adoptar medidas".