“Ernest Lluch cimentó la sanidad pública del siglo XX y nosotros venimos a cimentar la sanidad pública del siglo XXI”. Esta frase, pronunciada por la ministra de Sanidad, Mónica García, en su primera comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, puede resumir a la perfección los objetivos con los que García y todo su equipo han llegado al Ministerio.
La ministra considera que tras la pandemia de la covid-19, le corresponde “aplicar todos los aprendizajes” e impulsar un cambio estructural en el sistema sanitario para ofrecer a los españoles “la sanidad que quieren”. Por ese motivo, aseguró que accede al cargo con “una vocación clara de transformación”.
Y esa transformación no se limita a cambiar lo que se encuentra entre las cuatro paredes de hospitales o centros de salud. García dejó claro que “la salud no es solo sanidad. Salud es vivienda, empleo, clima o educación. Venimos a transformar con un enfoque one health. La salud debe estar en todas las políticas”. Tal vez por eso, uno de los conceptos más mencionados a lo largo de las más de tres horas y media de comparecencia fue “determinantes sociales y económicos”. Al menos en 15 ocasiones.
García expuso que los objetivos del Ministerio para la presente legislatura se pueden englobar en tres grandes bloques: recuperar el orgullo por nuestra sanidad; adaptarla a los retos del siglo XXI y, por último, hacerla más grande, más accesible, más universal.
De este modo, una de las prioridades marcadas para los primeros compases de la legislatura es la “tarea histórica de recuperar el orgullo de la Sanidad pública y recuperar el principio de universalidad que se rompió en 2012”. Según explicó, en los próximos meses se dará tramitación al proyecto de Ley de Universalidad del SNS, “por una cuestión de salud pública, de eficiencia y de justicia social”. A este respecto, también mencionó la existencia de un estudio de la Universidad de Oxford que alertaría sobre los efectos de la privatización sobre la salud de la sanidad. “Hay un empeoramiento de la asistencia y un empeoramiento de la calidad asistencial derivado de las privatizaciones”, aseguró. Esta cuestión, junto con la intención de blindar la gestión directa en el SNS le costó un duro enfrentamiento con la portavoz de Junts, Pilar Calvo, en lo que la nacionalista consideró un ataque al modelo asistencial catalán.
La ministra también dedicó tiempo a los recursos humanos y a la necesidad de formar y retener a más profesionales sanitarios. “No sirve formar a profesionales si luego no se quieren quedar por las condiciones laborales”, aseguró para lo que reclamó contar con el esfuerzo de las comunidades autónomas para conseguirlo. “Me pongo a su disposición para lo que necesiten”, indicó. En esta misma materia profundizó en la necesidad de transformación de la Atención Primaria, que “no es la puerta de entrada a nada, sino la columna vertebral y el alma del sistema sanitario”. Por ello, reclamó iniciar un cambio de enfoque para buscar un “compromiso activo con la prevención y donde las enfermeras tengan un mayor papel”. A este respecto, anunció un plano del Consejo Interterritorial del SNS (CISNS) monográfico para la AP el próximo 9 de febrero.
La sanidad del siglo XXI
Respecto de adaptar el SNS al siglo XXI vinculó los trabajos en Sanidad con los referidos a la “emergencia climática”. Por ese motivo anunció que darán prioridad al Observatorio de Salud y Cambio Climático, en el que trabajarán de la mano con el Ministerio de Transición Ecológica.
Además, de exponer su visión y apuesta por la salud mental, en este punto también profundizó sobre su visión sobre el impacto de los determinantes sociales en salud. “Muchos de los malestares que tiene la sociedad española tienen que ver con la vivienda, con la violencia machista, con el bullying o con la precariedad laboral. Suele decirse que muchas veces no necesitas un psicólogo, sino un sindicato, y es cierto, pero no es menos cierto que a veces necesita”, aseguró.
Por otro lado, la ministra anunció que el Consejo de ministros del 30 de enero aprobará la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública para que esta Cámara pueda darle luz verde en el próximo trimestre. “La agencia no solo coordinará respuestas de emergencias, sino que también guiará el desarrollo de las políticas de salud pública y será un recurso clave para la capacitación de profesionales, preparándolos para enfrentar los desafíos del futuro”.
La modernización y digitalización del SNS, con el compromiso de desarrollar la estrategia digital del sistema fue otro de los compromisos de García ante la Comisión de Sanidad. “La digitalización es un pilar clave para el progreso y modernización de nuestro SNS, para permitir una asistencia más eficiente y adaptada a las necesidades actuales de la sociedad”, indicó.
En lo que se refiere a “ensanchar el SNS”, explicó que se hará ampliando “servicios y prestaciones, pero también cobertura con el objetivo de recuperar la grandeza de nuestra sanidad”. A este respecto, señaló que se ampliará la cobertura bucodental y se incorporará a la cartera común la salud visual. Estas incorporaciones a la cobertura pública reducirán las cuantías que los ciudadanos deben satisfacer de sus propios bolsillos para cuestiones de salud, algo que en España supone el 21% del gasto sanitario total, mientras que la media de la OCDE se encuentra en el 18%, aseguró García.
Preguntas y valoraciones de los grupos
Las respuestas de los grupos fueron muy diversas, pero en general el debate transcurrió por sendas de diálogo y sosiego. Las mayores críticas vinieron del PNV, Junts y Vox, cada uno de ellos por cuestiones diferentes.
La portavoz del PP, María del Mar Vázquez, que se estrenaba en el cargo al igual que todos sus colegas, basó su intervención en plantear cuestiones para que fueran respondidas por parte de García. La popular planteó a García, cómo iba a llevar a cabo todos los proyectos planteados si el Gobierno había establecido en el plan presupuestario de 2024 un recorte en la inversión sanitaria hasta el 6,7% del PIB, 0,4 puntos por debajo de 2023. La portavoz popular también pidió explicaciones sobre el informe del Tribunal de Cuentas acerca de los contratos relacionados con la covid-19 llevados a cabo por el Ministerio de Sanidad.
Igualmente, Vázquez planteó los problemas existentes en materia de recursos humanos y requirió soluciones en materia de formación de especialistas y retención de los mismos ya que “faltan profesionales en todas las categorías” y, según explicó, cada año hay plazas que no se ocupan. Por ese motivo planteó a García por sus planes para incentivar la cobertura de todas las plazas ofertadas. En relación con la enfermería y su reclamación de incremento de categoría profesional, la portavoz popular pidió a la ministra que informe si habrá o no una dotación económica extraordinaria hacia las comunidades autónomas para afrontar y reconocer el incremento salarial. Con respecto a la atención primaria, Vázquez aseguró que la “herencia de planes y promesas” por parte de sus predecesores en el cargo “no le hacen ningún favor”.
En su respuesta, García dijo compartir con la portavoz popular el “diagnóstico certero”. Pese a esa concesión, aseguró que “los recortes del PP han afectado a la sanidad” y dijo que su efecto es retardado, por lo que aún a día de hoy se sentirían.
Por parte de Vox, David García Gomis, utilizó un tono más duro en su intervención. Aseguró a la ministra que el panorama que quiere vender “dista mucho de la realidad” ya que “aunque hable de digitalización, hay centros de salud con ordenadores que datan de 2008”. A este respecto, criticó que después de cinco años y varios ministros de Sanidad en el Gobierno de Pedro Sánchez se mantiene la “descoordinación e improvisación”. El portavoz de Vox indicó que el Gobierno sigue achacando muchos de los males del país a los recortes del PP en 2012, por lo que preguntó “¿cuánto tiempo van a seguir justificando todo en la pandemia y en los recortes del PP?”. Además, García Gomis planteó los problemas de los cupos médicos que alargan las listas de espera y criticó de la ministra que no hubiera mencionado en ningún momento ni la colaboración público-privada ni la inteligencia artificial, algo “imprescindible para estar a la vanguardia en la medicina del siglo XXI”.
El portavoz de Vox agradeció que la ministra establezca como prioridades la salud mental y el drama de los suicidios y en materia profesional reclamó hacer todo lo posible para cubrir las plazas ofertadas y evitar que se levanten “muros lingüísticos” como exigencias para ejercer la medicina. En relación con esto también reclamó de la ministra saber los compromisos en materia de MIR que el Gobierno ha alcanzado con Junts.
La ministra se agarró a un chascarrillo del representante de Vox acerca de sus “vacaciones” de Navidad que hicieron tomar medidas ante la situación del SNS por las infecciones respiratorias, justo después, para responder de forma también dura y asegurar que no habían planteado ninguna propuesta, en un ejemplo claro de política-zasca. “Haga lo que haga este gobierno tendrá descalificaciones ácidas”. Mónica García aseguró ser “nueva” en el ministerio, pero no “novata”, se autocalificó de “friqui de la gestión y la política sanitaria” y rechazó recibir lecciones de “quienes se acaban de subir al barco de la sanidad”.
Carmen Castilla, portavoz del PSOE, agradeció a Mónica García “seguir trabajando conjuntamente” una vez que su partido ha cedido la gestión de la Sanidad a Sumar. La portavoz socialista realizó un repaso de diversas actuaciones llevadas a cabo por el Ejecutivo en los últimos años, centrándose en gran parte en el abordaje de la pandemia, con la cogobernanza y el “éxito de la vacunación”. Castilla glosó otras cuestiones relevantes, el incremento de inversión en sanidad, “pasando del 5,5% del PIB en 2018 y estar por encima del 7%” y la retirada de copagos farmacéuticos a “niños con discapacidad y mayores con pocos recursos”, además de la ampliación de la cartera de servicios comunes o el Plan Inveat que ha permitido la renovación de gran parte del parque tecnológico del SNS.
Por su parte, Rafael Cofiño, como portavoz de Sumar apuntaló el discurso de la ministra al señalar que es “importante poner las luces largas” al hablar de gestión de la sanidad y el establecimiento de estrategias ya que son cuestiones que deben ir más allá de los cuatro años de legislatura. Cofiño se mostró convencido de que la Comisión de Sanidad puede ser un “espacio para trabajar de forma ordenada y conjunta” de forma que se puedan alcanzar acuerdos políticos para el futuro, para lo que pidió “evitar cuestiones partidistas”. Por otro lado, el portavoz de Sumar aseguró esperar “como agua de mayo” al nacimiento de la Agencia de Salud Pública y llamó a ir más allá del eje Madrid-Cataluña ya que “fuera también hay vida inteligente”.