Rafael Bengoa, codirector del Instituto de Salud y Estrategia (SI-Health) se ha mostrado pesimista ante la posibilidad de que el sistema sanitario aproveche las oportunidades que los fondos europeos de recuperación, “un auténtico plan Marshall”, podrían suponer.
Bengoa cree que en España “no hay un plan para la sanidad” de cara a hacer provechosas las inversiones que se realicen a partir de los fondos europeos y lamenta que ese dinero se pueda gastar de forma no estratégica. Así, lo señaló durante su intervención en el IX Foro ECO organizado por la Fundación ECO con el título ‘Los retos de la sostenibilidad del SNS: horizontes de futuro’, que se ha desarrollado en forma de tres mesas redondas.
El ex consejero de Sanidad del País Vasco destacó que con la covid-19 se han alcanzado una serie de hitos de organización y gestión que son muy positivos y que sería necesario mantenerlos. Por un lado, explicó que se han roto los silos y se ha descentralizado las decisiones; por otro lado, se ha “flexibilizado la gestión de los recursos humanos” y, por último, se “ha impulsado la digitalización y la ‘tele todo’”. Este experto cree que es vital que en el futuro se mantengan estos avances de gestión que, al menos en el caso de los recursos humanos, se han hecho cosas que eran casi imposibles hace un año.
Con él coincidió el director de la Fundación Gaspar Casal, que también puso encima de la mesa que “no es fácil gastar sumas de dinero tan amplias como se espera y se tendrá que decidir en muy poco tiempo”. A este respecto, consideró que, dentro del sector sanitario, “quitando algunas excepciones, no está proponiendo modelos de desarrollo para utilizar esos fondos”. Por ese motivo, se lamentó de la situación y aseguró que “sería una pena que dejáramos pasar este tren otra vez”.
La directora Ejecutiva de Policy de MSD, Cristina Nadal, también señaló que duda de que haya un plan y explicó que para invertir bien el dinero que venga, al menos habría que dedicarlo a “revisar, rediseñar, mejorar, simplificar los procesos, donde hay una clave de mejora importante”, además de impulsar las nuevas tecnologías y el big data. En relación con las nuevas tecnologías Bengoa se conformaría con el desarrollo homogéneo en toda España de la historia clínica electrónica.
Resultados en Salud
Otro aspecto relevante que puso encima de la mesa Nadal fue la necesidad de medir resultados, eso sí, “siempre y cuando nos sirva para tomar decisiones, a veces valientes”.
A este respecto, Gerardo Cajaraville, farmacéutico del Hospital Fundación Onkologikoa (San Sebastián) explicó que “no hay peor medicamento que el que se utiliza mal” y, por ese motivo, señaló que el objetivo más allá de reducir gastos, debería ser “mejorar resultados”. No obstante, planteó que el problema actual es que “no somos capaces de medir los resultados de forma global y esto hay que afrontarlo”.
Con él coincidió José Miguel Ferrari, representante de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y jefe de Servicio de Farmacia, del Hospital 12 de Octubre (Madrid), quien señaló que además de medir los resultados en salud, especialmente el beneficio clínico real, hay que incorporar la información que aporte el paciente. Además, planteó la necesidad de optimizar los registros para que su utilización sea una realidad.
El director de Corporate Affairs de Roche Farma, Federico Plaza, también reclamó medir resultados e incrementar el conocimiento de los medicamentos en la práctica clínica de cara a optimizar el valor que se le da a cada producto. A este respecto, se mostró dispuesto incluso a que el precio de los medicamentos no fueran “inamovibles” y que evolucionaran en función de la información disponible sobre cada medicamentos.
Plaza también puso encima de la mesa algunos datos que cuestionan la introducción de la innovación en nuestro país y el acceso que los pacientes tienen a estos medicamentos.
Acceso a la innovación
Según los datos del director de Corporate Affairs de Roche, desde 2019, más de la mitad de los medicamentos hospitalarios autorizados no han resultado financiados. Según sus datos, de las 30 moléculas que se aprobaron en 2019, 20 mostraron su intención por comercializarse en España, pero solo han logrado tener precio seis. Todo ello ha hecho que los plazos para la comercialización efectiva de medicamentos en nuestro país alcancen los 456 días, según Jesús García Foncillas, Jefe de Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz y moderador de una de las mesas.
El jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos, César Hernández, cuestionó esta cifra y, aunque reconoció que España no está entre los tres primeros países en velocidad de lanzamiento de medicamentos, consideró que tampoco está a la cola. Lo que sí puso de manifiesto es que para hacer posible innovación, acceso y sostenibilidad “no podemos seguir haciendo lo mismo que ya no ha funcionado”. Por ese motivo, planteó la posibilidad de llevar a cabo las estrategias de acceso a medicamentos desde la perspectiva europea, como se ha hecho con las vacunas de la covid-19. El responsable de la Aemps también avanzó que está próxima la regulación europea de evaluación de tecnologías sanitarias en el que se establezca una evaluación de la parte clínica de eficacia comparada y luego puede haber diferencias atribuidas a cada país. Por todo ello, según él, “Europa está dando pasos, en línea de acceso y sostenibilidad”.
Por su parte, Plaza consideró necesario “ponerse de acuerdo para desarrollar nuevos métodos para la financiación de la innovación y encontrar soluciones de financiación que reconozcan el valor añadido de los fármacos y sea compatible con la sostenibilidad del SNS y de nuestro modelo de investigación y desarrollo”. Según dijo, existen experiencias internacionales que podrían ser tomadas como ejemplo. En relación con las evaluaciones, por ejemplo, puso el ejemplo del NICE inglés que desarrolla sus evaluaciones de forma paralela a la evaluación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), por lo que, una vez otorgada la licencia, la evaluación del NICE es muy rápida.
José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, también consideró un hito relevante lo que se ha hecho con las vacunas de la covid-19 y también consideró que parte de la respuesta a los problemas que hay en nuestro país están en Europa. “Nos tenemos que fijar en general en lo que hacen los países con los que nos queremos comparar. No es razonable estar peor, al menos tendríamos que estar igual”. Además, consideró que es necesario tener como objetivo para después de la pandemia “salir reforzados en investigación clínica y en planteas de producción”, algo que reconoció que “es difícil, pero hay terreno”.
Por otro lado, Hernández también quiso poner encima de la mesa que el sistema español no solo es un “drama” en el ámbito de la innovación, sino que, por otro lado, provoca que “medicamentos muy buenos no sobreviven en el mercado porque no son comercialmente viables”, por lo que los laboratorios no pueden subsistir con la venta de medicamentos antiguos.
Colaboración público-privada
Otro de los aspectos planteados a lo largo de las mesas fue la necesidad de colaboración público-privada. A este respecto, José Francisco Tomás, director general de Sanitas Hospitales lamentó que en España no se aborde esta colaboración con visión estratégica. Además, explicó que el sistema sanitario debería contar siempre scon los recursos totales, es decir, públicos y privados, a la hora de hacer sus planes y previsiones.
Con él coincidió Juan del Llano que consideró necesario “un cultural enorme”. Según él, para afrontar la covid-19, “o involucramos a todos los agentes para salir de la crisis o será muy difícil”. En cuanto a esta relación también la planteó desde el punto de vista investigador, donde la industria colabora con los hospitales públicos para el desarrollo de investigación clínica.
A este respecto, Cristina Nadal también explicó que hay que hablar de como sistema de “objetivos comunes” entre el sector público y privado ya que hasta ahora se ha visto la colaboración como una transacción económica.
Sostenibilidad del sistema
El director general de Janssen, Luis Díaz Rubio, abordó los problemas de sostenibilidad del sistema sanitario. Según dijo, los problemas de sostenibilidad de la sanidad están vinculados a la innovación, por lo que para Díaz Rubio es, en cualquier caso, una buena noticia. Además, consideró que el gasto en salud debe ser visto de una forma mucho más amplia, teniendo en cuenta sus efectos multiplicadores en muchos ámbitos como el empleo. Esto se ha visto muy claro en la covid, por lo que según él es “un ecosistema que hay que cuidar”. El responsable de Janssen también señaló que, desde su perspectiva, “el coste de la no salud es inasumible por la sociedad”.
Por su parte, Manuel Cervera, socio-director de ESN-Salud Advisory y de T&T Consultoría Estratégica, planteó que el sistema ya tenía problemas de sostenibilidad hace tiempo y que con la pandemia “han estallado las costuras”. Por ese motivo, el ex consejero de Sanidad valenciano, considera necesario “incrementar los ingresos, bajar los gastos o hacer el sistema más eficiente”. Además, planteó que, en otras ocasiones, como entre 2010 y 2012 se ha intentado atajar los problemas de sostenibilidad con el gasto en medicamentos, “pero se ha demostrado que ni es suficiente ni eficiente” ya que, aunque es lo fácil “produce peores resultados en salud”.
La socia responsable de Life Sciences KPMG España, Olga Fidalgo, también abordó el tema de la sostenibilidad y aseguró que se pone demasiado el foco en el impacto presupuestario, pero “hay resistencia a valorar el coste a pagar en función del beneficio clínico”.
Martínez Olmos también señaló que la eficiencia “se tiene que ganar con acuerdos en la manera de usar las innovaciones y en el modo de pagar, por lo que requiere de acuerdos entre administración y profesionales y administración y laboratorios”. Por ese motivo, aprovechó su intervención para animar a las instituciones a “avanzar en este sentido para que el coste que paguemos por la innovación sea uno que podamos pagar como país”.