El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha emitido una información con motivo del Día Mundial del Corazón, en la que pone en valor el papel que puede jugar el farmacéutico comunitario, por su cercanía y accesibilidad, para transmitir a los ciudadanos información rigurosa sobre el riesgo cardiovascular y las buenas prácticas para prevenirlo, como el abandono del hábito tabáquico y del consumo excesivo de alcohol, la realización regular de ejercicio físico, llevar una dieta sana y variada, evitar el sobrepeso y controlar periódicamente parámetros como el índice de masa corporal, la presión arterial, la glucemia o la colesterolemia.
"En caso de ser ya pacientes de una enfermedad cardiovascular, una vez diagnosticada y prescrito el tratamiento por el cardiólogo, la intervención del farmacéutico es fundamental para obtener los mejores resultados terapéuticos, ya sea en el entorno hospitalario en situaciones de síndrome coronario agudo (SCA) o en el ámbito comunitario", afirman.
Recuerdan que la mayoría de estos pacientes van a estar en tratamiento crónico ambulatorio mediante tratamientos dispensados a través de la red de farmacias, que cuentan con 54.000 farmacéuticos a los que asignan una "especial relevancia" para la consecución de los objetivos del proceso terapéutico, en la prevención de factores de riesgo, o en la detección de signos de alerta.
Subrayan la importancia de la adherencia terapéutica, un factor esencial en el resultado de los tratamientos crónicos, y donde el farmacéutico comunitario puede contribuir a concienciar sobre cómo la falta de adherencia puede influir en un empeoramiento de la calidad de vida, una mayor probabilidad de complicaciones, aparición de efectos secundarios, ingresos hospitalarios adicionales o mortalidad, situaciones que incrementan la ineficiencia del gasto sanitario.
"Dentro de la labor asistencial del farmacéutico está el combatir tópicos erróneos que asumen muchos pacientes de enfermedad cardiovascular que inundan las redes sociales, como, por ejemplo, que el ácido acetilsalicílico es un remedio antiguo y, por tanto, superado. La realidad es que sigue siendo uno de los fármacos más eficaces en la prevención de nuevos episodios coronarios y reduce el riesgo de otros eventos vasculares, como el ictus", explican desde el CGCOF.
Exponen también como una situación recurrente entre pacientes con antecedentes coronarios "la creencia de que llevar permanentemente un parche de nitroglicerina les protege, cuando su función no es preventiva ya que solo es efectiva en ataques agudos".
Para concluir, y con el fin de visibilizar el impacto global de las enfermedades cardiovasculares y, más concretamente, de la cardiopatía isquémica, el Consejo General ha elaborado un Punto Farmacológico ofreciendo información científica rigurosa a los profesionales sanitarios con el objeto de mejorar la asistencia a los pacientes, con especial énfasis en el conocimiento de estas enfermedades y sus tratamientos.