“Una de cada cinco urgencias que recibimos en pacientes frágiles viene motivada por problemas relacionados con la toma de medicamentos”. Este es el escenario sobre el que Ana Juanes, del servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Sant Creu i Sant Pau, sitúa la implantación del programa ‘Código Medicamento’, una iniciativa innovadora que persigue dar un seguimiento y una personalización del tratamiento con el objetivo fundamental de disminuir la frecuentación y proporcionar una mejor calidad de vida al paciente.
El paciente objetivo del programa es mayoritariamente un paciente frágil, personas en una medida de edad de 80 años, con seis patologías crónicas y la administración de nueve medicamentos de forma ordinaria.
Según explica Juanes, el objetivo no se centra solamente en reacciones adversas, “sino también en otros motivos como por ejemplo los secundarios a la falta de adherencia de la medicación”. La farmacéutica lo ilustra con un ejemplo; un paciente frágil, diabético que vive solo y tiene cuidadora tres días por semana que le ayuda a administrarse la insulina. Este paciente acude a urgencias con el azúcar muy alto porque no es adherente (porque no puede) un día sin cuidadora al tratamiento prescrito.
El procedimiento sobre el que pivota el programa es sencillo y, se basa sobre todo en la coordinación; tanto en el propio centro hospitalario, como posteriormente en el resto de proveedores de atención sanitaria.
“Lo que tratamos inicialmente es corregir lo agudo, lo que motiva la consulta a urgencias”, asegura de Juanes, en lo referente a la atención dispensada en el servicio de Urgencias, donde los profesionales médicos y farmacéuticos realizan una evaluación de la medicación y de los efectos que puede estar provocando.
A continuación, y tras la revisión, se programa una visita telefónica a las 48 horas del alta de Urgencias para hacer refuerzo de los cambios que se han producido en el tratamiento y finalmente, nos coordinamos con el siguiente proveedor asistencial, que generalmente es Atención Primaria, o el centro residencial.
El contacto con Primaria “es muy importante, ya que generalmente este tipo de medicaciones no se pueden cambiar o retirar de golpe, sino que hay que hacerlo de forma gradual”, asegura Juanes, quien reconoce en los profesionales de farmacia en AP un refuerzo fundamental para el seguimiento.
La labor que se ha venido realizando se ha condensado recientemente en un trabajo sobre la Evaluar el impacto de la implementación de estas medidas de prevención secundaria (Código Medicamento) sobre los pacientes que consultan el servicio de urgencias por un problema de salud relacionado con la medicación (PSM) de los grupos ATC A, B y C en términos de reingresos tempranos (a 30 días) en el área de salud
Para su realización se han estimado los reingresos a 30 días, ya que el paciente en consultas por PSM, como es muy frágil, tiene un índice de reconsulta a 30 días de un 20% al servicio de urgencias, en nuestro centro. Una cifra que Juanes considera “muy elevada” aunque reconoce que diversos estudios multicéntricos sobre esta cuestión llegan hasta el 30% en otros hospitales españoles.
El trabajo analiza el periodo entre septiembre de 2018 y enero de 2021 donde se incluyeron a un total de 808 pacientes, con una media de edad de 80,3 años.
Según explica Juanes, el ‘Código Medicamento’ consigue reducir de medida 3% el reingreso a 30 días por cualquier causa con un NNT de 32. Se trata por tanto de un programa coste efectivo que según refiere que puede producir un beneficio neto anual para el sistema sanitariode 87.639 euros a pesar de la inversión en personal requerida
Este proyecto está liderado y ya implantado en el Hospital de Santa Creu y Sant Pau y su área de referencia y cuenta con el apoyo y el soporte del Consorci Sanitari y Social de Cataluña. En total el área de referencia cuenta con algo más de 400.000 habitantes de entorno urbano (Barcelona), si bien Juanes explica que “tenemos intención de que, a través del ‘paraguas’ del Consorci de extenderlo primero a otras áreas de salud de Cataluña y después a otros territorios que estén interesados en su implantación..
Según indica “la clave del proyecto es la coordinación asistencial”, para ello es preciso desarrollar herramientas que la faciliten la comunicación y el seguimiento compartido de estos pacientes.
Aunque a fecha de hoy se pueden empezar proyectos de este tipo con las herramientas disponibles y voluntad por el trabajo compartido y coordinado alrededor del paciente” considera importante invertir en la mejora de los sistemas de información actualmente disponibles.