La Organización Mundial de la Salud ha vuelto recomendar el uso de las mascarillas en transportes públicos e interiores como medida de prevención ante el posible aumento de las infecciones por Covid, que pudieran generarse en Europa en el corto y medio plazo. A pesar de ello, el director para Europa del organismo internacional, Hans Kluge, asegura que “comparte la opinión” del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades que no cree probable que el incremento de los casos en China afecta significativamente a la situación epidemiológica del continente.
Kluge ha justificado la decisión de la OMS de abogar de nuevo por las mascarillas a que “no es irrazonable” que los países tomen medidas de precaución, antes de contar con suficiente información de la situación en China, algo de lo que actualmente no se dispone. Paralelamente ha pedido además que las medidas que tomen los países, “sean proporcionadas y no discriminatorias”.
Por otro lado, el directivo ha hecho una advertencia en relación al riesgo de sobrecargar los sistemas sanitarios. Según explica, “después de tres años de pandemia, con escasez de medicamentos esenciales y con una fuerza laboral agotada, no podemos permitirnos más presiones sobre nuestros sistemas de salud”.
En ese sentido Kluge aboga por “intervenir y comprometerse con una vigilancia virológica mejorada” y ello debería servir para “salvaguardar al personal sanitario, cuya precaria situación podría socavar la prestación eficaz de los servicios”. De esta manera la OMS plantea que las restricciones en el trasporte, en los interiores de los centros públicos, así como la atención a los grupos prioritarios y la vacunación con las dosis de refuerzo, deberían ser las principales armas con
Nicolas Gonzalez Casares: