La Oficina Regional de la OMS para Europa, la Comisión Europea y el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) han enviado este lunes “un mensaje claro y urgente” instando a la vacunación a las personas de riesgo tanto contra el Covid-19 como contra la gripe estacional.
Los tres organismos advierten en un comunicado que “si bien el panorama puede parecer tranquilo ahora, este otoño debemos trabajar juntos para prevenir el exceso de mortalidad protegiendo a los que corren mayor riesgo en nuestras comunidades: aquellos con comorbilidades, los inmunocomprometidos, los ancianos y las mujeres embarazadas”.
Como parte de su campaña de inmunización de otoño e invierno contra las infecciones respiratorias, la OMS/Europa recomienda que los países hagan que tanto la vacuna contra la Covid-19 como la vacuna contra la gripe sean fácilmente accesibles para los grupos de población que tienen mayor riesgo de padecer una enfermedad grave.
“Más del 90% de las muertes notificadas por Covid-19 se producen en personas de 65 años o más, sin embargo, los datos que la OMS/Europa ha recibido de sus 53 Estados miembros muestran que menos de dos tercios (63%) de este grupo han recibido una primera dosis de refuerzo de la vacuna Covid-19 y, de manera preocupante, solo el 29% ha recibido la segunda”, asegura Hans Henri P. Kluge, Director Regional de la OMS para Europa.
Este experto indicó que “más importante que cuántas dosis de vacuna contra la Covid-19 han recibido las personas en total es que ahora la atención debe centrarse en cuándo las personas y grupos vulnerables recibieron su última dosis, información que ayudará mejor a los países a medir y rastrear la cobertura y eficacia de las vacunas”, aseguró Kluge.
La OMS recomienda que a los grupos prioritarios, incluidos los ancianos, los inmunocomprometidos y las mujeres embarazadas, se les ofrezca una dosis adicional entre 6 y 12 meses después de la última, dependiendo de su nivel de riesgo.
Por su parte, Stella Kyriakides, comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, ha indicado que “la vacunación sigue siendo nuestra herramienta más poderosa contra la influenza y el Covid-19. Es fundamental que se implementen campañas de vacunación específicas para llegar a las personas en riesgo antes de la temporada de invierno, incluida la posibilidad de combinar la vacunación con dosis de refuerzo contra la Covid-19”.
En ese sentido asegura que, “hemos visto lo importante que es garantizar un fácil acceso a los servicios de vacunación, involucrar a las comunidades y mantener a los ciudadanos actualizados a través de campañas de comunicación claras”. Ahora, asegura Kyiriakides, “es nuevamente el momento del año para unir fuerzas para promover los beneficios de la vacunación y proteger a los más vulnerables, así como nuestros sistemas de salud. También se debe alentar a los médicos a considerar el uso temprano de los tratamientos antivirales disponibles para Covid-19, VSR y gripe para prevenir enfermedades graves”.
Kyriakides recordó que “hay medidas sencillas que todos nosotros, como individuos, podemos tomar para mantenernos a nosotros mismos y a los demás a salvo de infecciones respiratorias este otoño e invierno, entre ellas garantizar una buena higiene respiratoria usando una mascarilla si no nos sentimos bien, tosiendo en los codos o con un pañuelo desechable, quedándonos en casa si enfermos y ventilación adecuada en espacios cerrados. Además de la vacunación, estas medidas pueden ayudar a mantener bajas las infecciones y reducir la carga para el sistema de salud este otoño e invierno”, aseguró.
Por su parte, Andrea Ammon, directora del ECDC, ha demandado contar con “sistemas de vigilancia adecuados y de buen rendimiento en todos los países de Europa es esencial, ya que garantiza un conjunto de datos sólido que es vital para que podamos mejorar nuestra eficacia en la planificación e implementación de campañas y medidas de salud pública".
Si bien el número de muertes por COVID-19 y de personas ingresadas en unidades de cuidados intensivos ha disminuido considerablemente desde el punto álgido de la pandemia, los ingresos hospitalarios están comenzando a aumentar nuevamente en algunos Estados miembros de la OMS y Europa, particularmente donde la aceptación de la vacuna sigue siendo baja.
Los casos entre personas con mayor riesgo de enfermedad grave deben detectarse tempranamente y recibir tratamiento, si está disponible. Los médicos también deben recibir las herramientas para considerar el uso temprano de los tratamientos antivirales disponibles para COVID-19, VRS e influenza para prevenir la progresión a una enfermedad grave. Los hospitales deberían planificar cómo afrontarán y mantendrán los servicios cuando se enfrenten a un aumento repentino.
Ammon auguró que “en los próximos meses, aumentará el riesgo de Covid-19, gripe y otras infecciones respiratorias en la Región de Europa. Los servicios de salud, que ya están sobrecargados y una fuerza laboral sanitaria agotada, se verán sometidos a una presión cada vez mayor. Proteger a los más vulnerables de la sociedad y al mismo tiempo evitar que los sistemas de salud se sobrecarguen es el enfoque más inteligente”.