Diversos trabajos presentados en el encuentro anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) ponen la atención en la importancia de la farmacia, hospitalaria y comunitaria, en el tratamiento del cáncer.
Como cada año, el encuentro anual de los oncólogos en ASCO ha sido el foro para la presentación de resultados de estudios que muestran el peso de la profesión farmacéutica en las terapias para el cáncer.
Uno de los trabajos, presentados por investigadores de varios centros franceses, entre los cuales estaban la unidad de investigación clínica del HIA Bégin (París), muestra la importancia de poner en marcha consultas específicas con estos profesionales en el periodo de adaptación tras la terapia y durante el seguimiento.
El estudio documenta, además de un incremento en la adherencia terapéutica y una reducción de efectos adversos, un mayor grado de satisfacción de los pacientes. En sus conclusiones, los autores escriben “nuestro trabajo también muestra la importancia del enlace entre ciudad y hospital en la atención al paciente por medio de los farmacéuticos”.
El circuito de consulta farmacológica consistió en una visita referida por el oncólogo mediante el sistema informático; contacto desde el sistema de FH para concretar fecha; encuentro con el farmacéutico en el servicio ambulatorio -explicando los objetivos y revisando todos los tratamientos y suplementos que tomaban los pacientes, con ajustes de pautas en productos sin prescripción si eran necesarios y contacto con la farmacia para asegurar el seguimiento. Se elaboraron actualizaciones de seguimiento por parte de un equipo multidisciplinar de forma regular. El sistema resultó práctico y muy bien aceptado por los pacientes: Todos ellos declararon apreciar el valor de la información sobre los medicamentos de libre dispensación, y todos los médicos informaron de mejoras en el manejo de sus pacientes desde que se puso en marcha el sistema de consulta farmacéutica.
“Una necesidad crítica” desde el inicio del tratamiento
Los farmacéuticos especializados en oncología están cada vez más implicados en el manejo de los pacientes con cáncer debido entre otros motivos a la disponibilidad de terapias dirigidas administradas por vía oral (TOA, en la nomenclatura inglesa). Este es el punto de partida de un estudio firmado por investigadores de la Universidad de Texas que también se ha dado a conocer en el encuentro de Chicago.
Su análisis muestra que la consulta con estos profesionales al inicio de la terapia incrementa el cumplimiento registrado en las semanas 4, 8 y 12 desde la primera dispensación.
“Que nosotros sepamos, este es el primer estudio que cuantifica el impacto del trabajo de los farmacéuticos oncológicos en el cumplimiento en un escenario clínico real; nuestros resultados sugieren que existe una necesidad crítica de integrar a estos profesionales en el inicio de la terapia”, escriben los autores.
Además, se han dado a conocer trabajos sobre estrategias para evitar el desperdicio de fármacos en los servicios de oncología -con colaboración de farmacéuticos-, el apoyo de estos profesionales a la hora de informar sobre aspectos de las terapias contra el cáncer los pacientes para evitar “toxicidad financiera” y el conocimiento de cardiotoxicidad e interacciones en el escenario de los regímenes terapéuticos con nuevos agentes oncolíticos.