“Europa necesita políticas que proporcionen acceso a los medicamentos a todos los que los necesiten, no sólo de una manera que sea sostenible para los sistemas de salud, sino también para el futuro de nuestro planeta”, esta es la visión, en palabras de la directora general de la Efpia, Nathalie Moll, asume el nuevo Libro Blanco que la Federación Europea de Asociaciones e Industrias Farmacéuticas acaba de publicar para participar en el desafío climático, dentro del sector farmacéutico.
“Como líderes de la industria, nosotros también tenemos un papel que desempeñar en los debates sobre cómo mitigar el impacto de industria sobre el clima y, en última instancia, sobre la población mundial” asegura Moll. A modo de ejemplo, la directora general recuerda que a finales del año pasado, una encuesta realizada a las compañías miembros de la federación realizada en 2021, demostró “que la preocupación por el cambio climático es una prioridad dentro de las empresas de Efpia”. “Desde 2020, el 70% de nuestros miembros han planteado sus ambiciones con respecto a los objetivos de acción climática”.
Según sus datos, “todas las empresas que participaron en la encuesta informaron objetivos a largo plazo para la reducción de emisiones de CO2 y más del 60% han establecido objetivos a corto plazo. El 70% ha aprobado ‘objetivos basados en la ciencia’, el 60% ha establecido compromisos netos cero y más del 70% de nuestros miembros ya realizan análisis de escenarios y los tienen en cuenta en su futura planificación empresarial”.
Igualmente recuerda que “no se trata sólo de la huella de las propias empresas. La mayoría de las emisiones dentro del sector de la salud provienen de emisiones de alcance 3 que no están directamente bajo el control de la empresa, sino de un proveedor o socio. Por lo tanto, es fundamental abordarlos y reducirlos también. Los resultados de nuestra encuesta muestran que la mayoría de nuestras empresas están abordando las emisiones de alcance 3 y se están estableciendo objetivos ambiciosos en colaboración con los proveedores”.
Moll ejemplifica la actuación general con algunas acciones concreta como las métricas de Aplicación de Química Verde de Bayer para mejorar la huella ecológica de los ingredientes farmacéuticos activos (API) en su fabricación, el programa Lighthouse de Roche, cuyo objetivo es utilizar electricidad totalmente sostenible para 2025, y el programa de adquisiciones sostenibles de Teva, que garantiza que sus proveedores también participen en iniciativas.
Igualmente, incluye a Novo Nordisk, que dio un paso pionero cuando anunció que todos los proveedores directos (aproximadamente 60.000) tendrán que utilizar energía renovable para su suministro de aquí a 2030. La empresa insta a sus proveedores a pedir lo mismo a sus proveedores.
“Solo podemos lograr el éxito trabajando estrechamente con nuestros socios en toda Europa y de manera coherente y consistente dentro de los sistemas de salud”, asegura la directora general. Quien demanda además el desarrollo de política “que sean proporcionadas y que tengan impacto es la clave para enfrentar y mitigar los desafíos que todos juntos podemos ver claramente ante nosotros”.
Según los datos presentados en el Libro Blanco, las empresas se comprometen, según los principales acuerdos mundiales a trabajar en la reducción de las emisiones de CO2 y el efecto invernadero, entre los que no descarta, sustituir los folletos de papel por electrónicos folletos.
Según explica la Efpia, “una transferencia del producto en papel al electrónico ahorrará papel y recursos naturales”, además de proporcionar a los pacientes “más detalle sobre las mejores prácticas regionales sobre el uso del reciclaje y sistemas de residuos dentro de la UE”.
Otros de los campos que la iniciativa reconoce como de alta importancia es el evitar que los medicamentos lleguen a las aguas residuales, así como el desarrollo de los acuerdos para descarbonizar los sistemas de salud a nivel mundial22.
La Efpia quiere “aprovechar su influencia colectiva y aumentar impacto, acordando una serie de compromisos concretos e iniciativas tales como: estándares comunes para proveedores, construyendo un marco para medir las emisiones relacionados con ensayos clínicos, una metodología común de evaluación del ciclo para medir el producto, así como la creación de c corredores de transporte ecológicos.
Igualmente, el Libro Blanco hacer referencia al desarrollo del programa Activate23, lanzado para acelerar descarbonización en el sector farmacéutico activo, así como trabajar en las cadenas de suministro para permitir la reducción del impacto ambiental del sector sanitario. Finalmente, en el marco de iniciativas, la Efpia plantea acelerar la adopción de energías renovables entre los proveedores de las empresas farmacéuticas.
El Libro Blanco, plantea por último el compromiso de las empresas que forman la federación para “seguir adoptando acciones significativas para abordar el cambio climático, y salud planetaria global y permitir la transición hacia una economía baja en carbono”.