La Federación Europea de la Industria Farmacéutica, (Efpia), ha presentado este lunes su lista de prioridades para el nuevo equipo que afrontará el próximo mandato de la UE surgido tras el proceso electoral del 9 de junio y que actualmente se está negociando tanto a nivel de grupos políticos como de Estados miembro.
La Efpia ha mandado un mensaje claro para trabajar por la “creación de oportunidades” a través de una “estrategia de competitividad para las ciencias biológicas europeas y una mayor coherencia política”, que la mantenida hasta ahora.
Efpia pone nombre a la petición con la creación de una oficina dedicada a las ciencias biológicas con sede en la Comisión Europea, que en su valoración “alinearía el sector con las ambiciones de los Jefes de Estado y de Gobierno europeos que han pedido públicamente esfuerzos para restaurar la ventaja competitiva de Europa e impulsaría la resiliencia sanitaria y la autonomía estratégica de la UE”.
En concreto la patronal europea propone cinco recomendaciones que “pueden ayudar a Europa a adoptar un nuevo enfoque en su ecosistema de ciencias biológicas”, dando “prioridad a conectar el sector y garantizar la competitividad de la UE”.
En primer lugar plantea la puesta en marcha de la denominada Oficina de Ciencias de la Vida de la UE y una estrategia de Competitividad específica para las Ciencias de la Vida Europeas. Su objetivo sería dar coherencia a “un entorno legislativo fragmentado” que “afecta negativamente a las empresas de ciencias biológicas que operan en Europa”.
En esa línea la oficina “podría orientar y coordinar la formulación de políticas”, a través de la “supervisión y liderazgo estratégicos, alinear las políticas de la UE que afectan al sector en todos los Estados miembros y a nivel de la UE, incluido el compromiso regular con la industria.
Igualmente formarían parte de sus deberes el “optimizar la regulación, promover plazos de aprobación más rápidos para proyectos de fabricación e I+D en ciencias biológicas, y supervisar la implementación de las agendas ecológica y digital”.
Junto a esta nueva iniciativa, la Efpia lanza a los nuevos responsables institucionales de la UE otras cuatro propuestas.
Entre ellas, demanda un ecosistema europeo que pueda transformar las ideas en innovación, fomentar agrupaciones biotecnológicas y farmacéuticas europeas competitivas, apoyar y retener a las empresas emergentes europeas y fortalecer el capital de riesgo europeo.
También plantea desarrollar una ubicación globalmente competitiva para desarrollar y fabricar nuevas tecnologías. Para ello ve necesario mejorar la educación STEM, abordar las actuales brechas de habilidades en la UE y desarrollar ecosistemas de ensayos clínicos armonizados y ágiles que respalden los ensayos clínicos en varios países.
También plantea una mayor inversión en salud y finalmente garantizar que Europa sea un actor biofarmacéutico mundial resiliente, a través de una garantía de financiación y recursos sólidos para la EMA.
Nathalie Moll, directora general de la Efpia asegura que “a pesar de que los beneficios sanitarios y económicos de este sector son muy relevantes para 500 millones de europeos, a menudo se lo ve como un ‘complemento’ de múltiples departamentos de la UE, lo que en ocasiones da lugar a políticas inconexas. Recuperar la posición de Europa como líder mundial en ciencia médica requiere un enfoque estratégico y dedicado a nivel de la UE”.
Igualmente, Lars Fruergaard Jorgensen, presidente de EFPIA y presidente y director ejecutivo de Novo Nordisk, considera que “en este momento de cambio político, la UE tiene una oportunidad fantástica de convertir los desafíos actuales en un círculo virtuoso para nuestra salud y prosperidad futuras. Hacer que Europa, una vez nuevamente, el líder en ciencias de la vida para atraer la mejor investigación científica, desarrollar el mejor talento y proporcionar un hogar para la fabricación del futuro”.
Jorgensen afirma que “los responsables políticos europeos deben unirse detrás de una visión estratégica ambiciosa para la competitividad del sector de las ciencias biológicas en Europa. A pesar de las difíciles circunstancias geopolíticas, las recomendaciones publicadas hoy pueden orientarlas en la dirección correcta, y espero trabajar juntos para lograr nuestro objetivo común de una Europa más competitiva, más sana y más fuerte".