La evaluación de tecnologías sanitarias debe recaer en tres patas “fundamentales” que deben guiar el sistema a la hora de desarrollar los mecanismos y las estructuras necesarias: información, transparencia y predictibilidad. Así lo ha señalado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en la inauguración del curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid ‘Mecanismos de acceso temprano a la innovación y nuevos criterios de evaluación de medicamentos’, organizado por Roche.
Padilla ha explicado que sin información fiable no hay evaluación, ya que es necesario disponer de una estructura que permita disminuir la incertidumbre. Cuando hay falta de conocimiento, el coste se ve en forma de tiempo “esperando que se disipe” hasta tomar una decisión.
Respecto a necesidad de transparencia, el secretario de Estado expuso que es necesario avanzar en más conocimiento de aspectos como los costes de desarrollo, investigación y producción de la industria, pero también en ámbitos propios de la administración, como los elementos clave a evaluar de los nuevos medicamentos y tecnologías. Además, Padilla explicó que están trabajando en mejorar la transparencia, la publicidad y la accesibilidad a la información pública del Ministerio.
El tercer elemento fundamental planteado por padilla, la predictibilidad, es esencial para una industria que trabaja a largo plazo. Por ello, el segundo del Ministerio de Sanidad planteó la importancia de “una armadura legislativa sólida que no cambie cada pocos años y que cualquier cambio no suponga una sorpresa”.
Acceso a los medicamentos
Padilla analizó la situación del acceso a los medicamentos, explicando que, dada la persistencia de los malos datos reflejados en el informe WAIT, era posible que se debiera a las “características” del modelo sanitario español. “La existencia de ciertos retrasos en nuestro sistema es una característica del modelo de incorporación de la innovación, con sus pros y contras”, aseguró. En este sentido, planteó que hay veces que se trata de modificar problemas estructurales como si fueran causados por decisiones discrecionales.
En cuanto a los pros, expuso que cuando ya hay una decisión de financiación y precio, nuestro país incorpora la innovación mucho más rápido que otros. Además, planteó las ventajas que tiene España por ser líder en ensayos clínicos, así como por el relativamente importante volumen a consecuencia de su población. En el lado contrario, planteó los déficits en materia de evaluación, ámbito en el que España “carece de predictibilidad, transparencia, rapidez y robustez en la evaluación de tecnologías que podrían incorporarse a nuestra cartera de servicios” y reconoció que somos un país con menor disposición a pagar que otros con un mayor producto interior bruto (PIB) per cápita.
Para dar solución a todo ello, Padilla planteó que están trabajando en modificaciones normativas como la Ley de Garantías o el Real Decreto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. Sobre este último, explicó que espera que se puedan exponer para información pública antes del mes de agosto. Otro elemento clave para abordar los retos de la evaluación vendría vinculado al Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica que se presentará después del verano y que “sentará las bases para una relación estable y duradera y con el establecimiento de dinámicas virtuosas entre la industria farmacéutica y las instituciones, abarcando desde la investigación básica a los ámbitos de producción y accesibilidad”, según el secretario de Estado.
Otro aspecto en el que están trabajando es en la transparencia dentro de la institución. El Ministerio de Sanidad quiere tener un cuadro de mandos que le permita disponer de información propia actualizada sobre tiempos de incorporación de innovaciones, accesos a tratamientos antes de la financiación y otros datos relevantes para la población y el sistema, para que no se dependa de informes ajenos como WAIT.
Todo esto, unido a los cambios legislativos que llegan desde Europa, ha dado lugar a que Padilla hable de “efervescencia normativa”, algo que, dados los resultados que se persiguen, es “una necesidad para el sector, el sistema y especialmente para los pacientes”.
Mejorar el acceso, una prioridad compartida
Previamente a la intervención de Padilla, el director general de Roche Farma España, Patrick Wallach, realizó un análisis de la situación actual de nuestro país en materia de acceso.
Para él, abordar la situación que describen los resultados y evolución del informe WAIT “debe ser una prioridad compartida por autoridades sanitarias, reguladores, industria farmacéutica y todos los agentes del sistema”. Para Wallach, la tardanza en el acceso en nuestro país “supone una clara pérdida de oportunidad de mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes españoles”.
De este modo, el máximo responsable de Roche planteó la necesidad de “hacer una llamada a la acción para mejorar el acceso y para la renovación del sistema”, pero también para llevar a cabo aquellos “cambios que hagan posible la evaluación que requiere la sanidad hoy y en el futuro”.
Wallach expuso que existen una serie de “palancas” que permiten avanzar hacia donde necesita el sistema en aspectos de evaluación. A este respecto, citó la revolución digital, el uso masivo de datos, la medición y análisis de resultados en salud; cribado y tratamiento precoz, modelos nuevos de eficiencia.