La Federación Empresarial de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Fefcam) demanda “una revisión total de la ley de farmacia de la región, en lugar de cambios selectivos”, que actualmente se encuentra en fase de alegaciones hasta el día 27.
La federación considera que el nuevo texto normativo debe contener “una regulación justa y actualizada del sector farmacéutico, que beneficie tanto a los profesionales del sector como a la población”. Así lo refleja en las alegaciones que acaba de presentar al anteproyecto de ley de farmacia de Castilla-La Mancha.
Entre estas alegaciones, Fefcam solicita que la sustitución de medicamentos en situaciones de urgencia o desabastecimiento “no se considere una infracción grave”. También defiende que la distancia entre las farmacias y centros sanitarios debe mantenerse a 250 metros para evitar la saturación, “manteniendo el acceso equitativo a los servicios farmacéuticos”.
Otro asunto que contempla Fefacam en la propuesta de la nueva ley está relacionado con los centros sociosanitarios (artículo 62). La patronal lleva defendiendo varios años que los centros sociosanitarios no deben contar con un servicio de farmacia propio pues, según el artículo 3.6 del Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, “la custodia, conservación y dispensación de medicamentos de uso humano corresponderá exclusivamente a las oficinas de farmacia y los servicios de farmacia de los hospitales, de los centros de salud y de las estructuras de atención primaria del Sistema Nacional de Salud para su aplicación dentro de dichas instituciones o para los medicamentos que exijan una particular vigilancia, supervisión y control del equipo multidisciplinar de atención a la saludad”.
Así, para la patronal farmacéutica “los centros sociosanitarios no se pueden considerar hospitales, ni centros de salud ni una estructura de atención primaria del SNS” y, además, “no tienen capacidad para mantener un servicio propio”.
Similar al punto anterior es la referencia en el artículo 64 de la nueva norma a los servicios de farmacia en centros penitenciarios. Para Fefcam, “las farmacias externas están mejor capacitadas para asegurar un control eficaz de los medicamentos”.
En lo que concierne a la cotitularidad de las farmacias, Fefcam solicita a las autoridades “claridad sobre la distribución de autorizaciones en casos de cotitularidad, evitando interpretaciones contradictorias”.
Por otra parte, para avanzar en la modernización de las oficinas de farmacia, la Federación sugiere incluir en la ley recomendaciones como libertad horaria, guardias retribuidas, atención farmacéutica domiciliaria y la inclusión de nuevas secciones.
Fefcam también argumenta contra la discriminación por edad al obligar la incorporación de un farmacéutico adjunto a los 70 años y propone la eliminación de esta obligación. Por último, pide una regulación más clara sobre publicidad para “promover un mercado justo y evitar la competencia desleal”.
Mariano González, presidente de Fefcam, explica que estas alegaciones transmiten “nuestra lucha por defender el modelo de farmacia comunitaria. Es clave contar con una ley adaptada a los nuevos tiempos, no es suficiente con realizar modificaciones parciales”.