La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) destaca los avances que se han producido recientemente en relación a los tratamientos de precisión en el ámbito de la Oncología. En este sentido, Carles Zafón, coordinador del Área de Tiroides de la SEEN, sostiene que “los pacientes con cánceres avanzados de tiroides hasta hace poco no disponían de ninguna oportunidad terapéutica y, aunque todavía todos los tumores no se pueden curar, se ha avanzado mucho en este sentido”.
La SEEN, en el marco de su campaña ‘12 meses en Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud’, con motivo del Día Mundial del Tiroides, que se celebra el próximo 25 de mayo, dedica el mes de mayo a esta patología. En el marco de esta iniciativa, que persigue concienciar a la sociedad sobre la importancia de las enfermedades endocrinológicas, la sociedad científica incide en que los tratamientos de precisión son fundamentales, ya que son terapias dirigidas a las características específicas de una enfermedad y un paciente determinado.
Además, el papel de endocrinólogo en el abordaje de los pacientes con cáncer de tiroides es esencial, ya que es una glándula de secreción hormonal y, por lo tanto, como experto en enfermedades hormonales, aborda todas las patologías que le afectan.
El endocrinólogo destaca que, en los últimos años, se ha avanzado en el conocimiento de las alteraciones genéticas que determinan el cáncer y están surgiendo tratamientos específicos. En el cáncer de tiroides, recientemente, están apareciendo terapias oncológicas dirigidas a las causas moleculares que lo desencadenan. Por ello, en palabras del especialista, al tratarse de tratamientos que se dirigen de forma directa sobre las células del tumor, la efectividad es mayor y los efectos secundarios menores, por lo que mejora en gran medida la calidad de vida de los pacientes.
Asimismo, en los últimos años han surgido fármacos para dianas moleculares específicas indicados para aquellos casos en los que el pronóstico del tumor es desfavorable. En este sentido, Zafón apunta que aún queda un largo camino para saber cómo personalizar al máximo un tratamiento, ya que el cáncer de tiroides tiene un gran abanico de malignidad, desde los que presentan una muy buena evolución hasta los que tienen resistencia a cualquier terapia. “Hay que avanzar en el concepto de ofrecer en cada caso el tratamiento más adecuado, en el momento preciso, sin sobre tratar los casos más benignos ni infra tratar los casos más agresivos”, puntualiza.
Zafón remarca que la accesibilidad a estos tratamientos debería ser más ágil, ya que los pacientes que se podrían beneficiar pierden la oportunidad por la demora en los trámites: “El tiempo que trascurre entre la aprobación del fármaco y su disponibilidad en la práctica médica es excesivo y, generalmente, las causas de este problema están en los procesos burocráticos, así como en las negociaciones económicas necesarias para la aprobación de su uso”.
El cáncer de tiroides es más frecuente en personas entre los 35 y los 55 años, aunque puede presentarse a cualquier edad. Además, es el quinto cáncer más común entre las mujeres y representa el 2% de todos los cánceres. Este tipo de tumor no provoca síntomas evidentes, por lo que su diagnóstico suele realizarse a partir del estudio de una tumoración en la zona del cuello detectada por el propio paciente o, en muchas ocasiones, como un hallazgo casual cuando se realiza una prueba de imagen (TAC, ecografía, etc.) en esta zona. El Dr. Zafón apunta que el carcinoma de tiroides es el cáncer con origen en las células propias de la glándula tiroidea. El más frecuente es el carcinoma papilar, que representa más del 80% de este tipo de tumores. En relación al pronóstico, la supervivencia suele ser favorable con un porcentaje bajo de casos que no pueden curarse.