La Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac), como miembro de PIMEC, rechaza la actual propuesta de reducción de la jornada laboral propuesta por el Ministerio de Trabajo, dirigido por Yolanda Díaz. “Estas medidas solo inciden en el aspecto de las horas y no abordan otros problemas del mundo laboral; no se puede abordar un problema global incidiendo únicamente en una parte”.
En el caso de las farmacias, aseguran desde Cataluña, “el problema se agrava, ya que el incremento de costos que supone, alrededor del 6,5%, no se puede trasladar al PVP como sí pueden hacer otros sectores”. En el caso de los medicamentos, el precio fijado por la Administración, “y está sometido a la política de precio menor”.
“Todo esto nos afecta de forma específica, diferencial y más importante que al resto de pequeñas empresas. También hay que tener presente que, debido a la subida de la inflación de los últimos años, compensada adecuadamente en nuestros convenios, ahora será necesario incrementar nuevamente los costos en torno al citado 6,5% más, con el añadido de que la negociación de los nuevos convenios colectivos para los próximos años también conllevará nuevos incrementos”, señalan desde Fefac.
En cuanto a la cuantificación la federación catalana lo cifra “aproximadamente en un 20-25% de incremento en tres o cuatro años desde 2022”.
Las medidas propuestas por el Ministerio de Trabajo “tienen un impacto frente a la competencia en parafarmacia que el online y las políticas de plataformas de producto plantean. También afectan a las retribuciones de los equipos y los costos que implican, a los que hay que añadir el 35% de coste social. En tercer lugar, influyen en el ahorro e inversión necesarios para desarrollar y sostener toda empresa”.
Esta situación “nos coloca ante un ejemplo de la importancia de proponer alternativas que afronten los problemas globales del mundo del trabajo, como son la competitividad, el absentismo, la carga administrativa y burocrática cada vez más intensa, la productividad, la carga social sobre las nóminas y los tributos, entre otros. Si incidimos en todos ellos de forma coordinada y planificada, podemos ver si las 40 horas son o no modificables”, señalan.
En su valoración, las horas “son solo una parte a estudiar, enfrentemos el problema real globalmente y actuemos más allá de la medida populista de el mismo salario por menos horas”. Por ello, rechazamos las medidas propuestas si se modifican aisladamente y no globalmente.
