Recientemente la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha publicado en formato Android e iOS la aplicación ‘Guía de Conciliación Farmacoterapéutica en pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Críticos’, un trabajo que persigue la optimizar la conciliación de la medicación en pacientes crónicos en su ingreso en UCI.
El trabajo, realizado a través de la colaboración del grupo de trabajo de Pacientes Críticos y Urgencias (FarMIC y Redfaster) de la SEFH, supone un paso adelante para mejorar y facilitar la personalización de cada tratamiento en un momento en el que la rapidez y la precisión pueden ser vitales para el paciente.
Meri Martín Cerezuela, del Servicio de Farmacia del Hospital la Fe, de Valencia y coordinadora del Grupo de Trabajo de Farmacéuticos de Medicina Intensiva y Pacientes Críticos (FarMIC), ha sido también la coordinadora de este proyecto, que según asegura, “ha tenido muy buena acogida, estamos recibiendo mucho refuerzo positivo y yo creo que puede ser de ayuda”.
El proyecto comenzó a gestarse hace dos años, a través de la colaboración entre FarMIC, los farmacéuticos de la UCI, y Redfaster, que son los farmacéuticos de Urgencias. Redfaster ya tenía una guía de conciliación ya idea fue que “como muchas veces compartimos al paciente, que ingresa en UCI desde Urgencias nos llega directamente”, indica la farmacéutica, adaptar esa guía para desarrollan una propia que “nos vale de referencia para conciliar el tratamiento tanto cuando el paciente ingresa, cuando se ha se ha estabilizado o cuando se va a realizar el alta a planta de hospitalización. En definitiva se trata de adaptar el tratamiento que llevaba en casa, en su ingreso en UCI”, explica.
Para Martín Cerezuela, “cuando el paciente ingresa en UCI te centras en lo vital y a veces, la suspensión de los fármacos crónicos, también pueden producir un efecto rebote. La app sirve también de referencia para los profesionales de cara a la prescripción del tratamiento domiciliario en el paciente crítico”.
En el aspecto clínico, con esta app, el farmacéutico de hospital “gana un cierto protagonismo”. “Desde nuestro punto de vista, siempre una segunda verificación de la prescripción médica por parte del farmacéutico clínico especialista en estas áreas, siempre es un punto a favor”.
La visión de esta farmacéutica es compartida por su compañero Miguel Ángel Amor, del Hospital Infanta Cristina, de Parla. “Hablo por mi experiencia y por la de compañeros que están también en la UCI, ha sido también muy buena acogida”. “La aplicación se lanzó a través de las redes sociales de la Sefh y de Farmic, y imiento y la acogida por parte incluso de personas de países de Latinoamérica, que por el idioma también la pueden utilizar ha sido muy bueno”.
Amor explica que “desde la SEFH cada vez se impulsa más la presencia del farmacéutico en las áreas de hospitalización y ambulatoria, con el objetivo de dar unas pautas en el caso de pacientes de UCI y de urgencias que comparten un perfil similar por la por el proceso agudo, la patología que al final requieren de unos cuidados y de una atención rápida. La gente que estamos en Redfaster y Farmic estamos ubicados, toda o parte de nuestra jornada laboral, físicamente en las unidades de críticos y de urgencias
Tratamiento al ingreso
La aplicación aporta un completo listado de medicamentos que pueden formar parte del tratamiento crónico y se debe conciliar al ingreso en las unidades de cuidados intensivos y urgencias”. “En primer lugar, se proporciona para cada uno de ellos el momento en el que se considera necesaria la introducción del fármaco: al ingreso, cuando se alcance la estabilidad hemodinámica o al alta. Además, se aporta información acerca de las vías de administración disponibles en caso de poder realizarse cambio de vía a otras presentaciones y recomendaciones sobre el uso de sonda nasogástrica o nutrición enteral”, explica Amor.
Por otro lado, la aplicación incluye la clasificación como biopeligrosos según la lista NIOSH, los posibles efectos adversos que requieren de monitorización especial, las interacciones con los medicamentos habitualmente utilizados en UCI (por su especial perfil de riesgo) y otros aspectos relacionados con la medicación, como precauciones de uso.
En suma, una herramienta que puede ayudar a facilitar la personalización de los tratamientos que pone al farmacéutico como una pieza clave en la atención multidisciplinar que recibe el paciente en momentos de elevada urgencia.