Las farmacias de Andalucía se convertirán en un punto de apoyo a los pacientes con VIH, donde podrán conocer mejor su patología y controlar la adherencia al tratamiento prescrito para estas y otras comorbilidades asociadas a esta enfermedad infecciosa.
Esta actividad, impulsada por el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF) junto con la compañía farmacéutica Janssen, ha dotado a los farmacéuticos de la región de herramientas formativas para ahondar en el conocimiento del VIH, sus vías transmisión, su tratamiento, el comportamiento del virus o las enfermedades más comunes asociadas al mismo y su influencia en el organismo.
“Las oficinas de farmacia son los espacios sanitarios más cercanos y accesibles para los pacientes, por lo que consideramos que tenemos la obligación de ofrecer ayuda y consejo a aquellos afectados por el VIH, más teniendo en cuenta que en algunos casos muchos de ellos tienen su hospital de referencia para el tratamiento a decenas de kilómetros de distancia”, explica Antonio Mingorance, presidente del Cacof.
Según los datos más recientes del Plan Nacional del Sida (relativos a 2013), la tasa de nuevos diagnósticos es de 7,04 por cada 100.000 habitantes, lo que equivaldría a unos 590 positivos por VIH en Andalucía en dicho año. La tendencia de estos últimos años señala que aproximadamente el 85% de los nuevos casos se producen en hombres, destacando sobremanera a aquellos que practican sexo con otros hombres y sin protección, que representan el 56% de las nuevas infecciones. De estos nuevos casos, el 60% se producen en personas con edades comprendidas entre 30-49 años, de las cuales el 13% son mayores de 50 años.
“Las oficinas de farmacia son un recurso de proximidad tal vez poco aprovechado por nuestra parte en relación al VIH”, apunta Ignacio Suárez-Lozano, director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas del Complejo Hospitalario de Huelva (que aglutina a los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena) y uno de los ponentes de las acciones formativas al respecto llevadas a cabo en los distintos Colegios de Farmacéuticos de la región. “El farmacéutico puede y debe tener más protagonismo en el caso de la infección por el VIH. Por sus cualidades y capacidades está llamado a ser un actor importante en la prevención y educación sanitaria en torno a esta enfermedad, en especial para evitar en la medida de lo posible los diagnósticos tardíos”, asevera este especialista.
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta la lucha contra el VIH en la actualidad es la necesidad de acabar con la denominada como ‘infección oculta’. Estudios recientes señalan que el 25%-30% de las personas con una infección por el virus nunca se han realizado una prueba diagnóstica y no saben que padecen la enfermedad, lo que se traduce en un diagnóstico tardío, que se asocia asimismo a una mayor mortalidad, a una mayor carga de enfermedad y evidentemente a un mayor riesgo de transmisión a otras personas.
“Hoy día se ha extendido el uso del test de diagnóstico rápido que ofrece resultados en pocos minutos. Las oficinas de farmacia, dada su accesibilidad y capilaridad, serían un recurso formidable para la realización de estas sencillas pruebas. Creo que los especialistas deberíamos apoyar esta iniciativa, incluyendo la posibilidad de facilitar una cita sin demora en el caso de que el resultado de una prueba sea positivo”, concluye Suárez Lozano.